Organizaciones del valle de Elqui se manifestaron públicamente contra proyecto minero en desarrollo por la multinacional.
Organizaciones y comunidades del Valle de Elqui se congregaron el martes en Rivadavia, para manifestar su rechazo al proyecto minero Campanario, de Barrick Gold, una iniciativa, dicen, «que amenaza seriamente la salud de nuestros ecosistemas, especialmente de los ríos de Vicuña y Paihuano».
Reclaman una falta de «acción efectiva de los organismos competentes», como el Servicio de Evaluación Ambiental (SEA).
El Valle de Elqui es un tesoro natural, hacen ver, conocido por su biodiversidad y por la riqueza de sus ríos, que son fuente de vida y sustento para nuestras comunidades. «Sin embargo, el proyecto minero Campanario pone en riesgo estos recursos vitales. Las actividades extractivas generan efectos devastadores en el medio ambiente, incluyendo la contaminación de cuerpos hídricos, que atentan contra el derecho constitucional de toda persona a vivir en un entorno libre de contaminación, un derecho que está intrínsecamente relacionado con la vida, la salud y la integridad de los seres humanos».
Durante la reunión en Rivadavia, representantes de organizaciones como Elqui Sin Mineras, A, Biblioteca popular Lagar, Elqui Sustentable, ONG Elqui Valle Sagrado, Cultura Trucha, Territorios en movimiento, Modatima, Agrupación Ambiental de Diaguita, Brigada Muralista Keltewe, Asamblea Textil, líderes de las comunidades indígenas diaguita del Molle y Quebrada de Paihuano, entre otros, exigieron «justicia y protección ante las arbitrariedades cometidas por los poderes económicos».
Es inaceptable, plantean, que el SEA, órgano encargado de resguardar el equilibrio ambiental y la salud de la ciudadanía, muestre una falta de compromiso y eficiencia en su labor. La aprobación de proyectos con altos índices de riesgo ambiental evidencia no solo la ausencia de una evaluación rigurosa, sino también un marco de malas prácticas políticas que favorecen el lucro privado en detrimento del bien común.
