Como es tradición, este 11 de septiembre la Cámara de Diputados realizó un minuto de silencio por la conmemoración de los 46 años del Golpe de Estado de 1973.
La acción, que fue solicitada por los legisladores Carmen Hertz (PC) y Tomás Hirsch (PH), se realizó antes del inicio de la sesión de este miércoles en la Sala del Congreso Nacional en Valparaíso.
Desde las bancadas del Partido Socialista y Comunista se desplegó un letrero donde se solicitaba «Verdad y Justicia» para las víctimas de la dictadura.
Varios diputados de ambos partidos portaron imágenes de detenidos desaparecidos, entre ellos la propia Hertz, quien llevó la fotografía de su esposo Carlos Berger. La diputada Pamela Jiles, en tanto, empuñó su brazo izquierdo en alto durante el momento.
Desde Chile Vamos, en tanto, se respetó el minuto de silencio, aunque se vio poca concurrencia de parte de la bancada de la UDI y RN. Incluso se vio cómo algunos representantes del oficialismo, como Sergio Bobadilla (UDI) y Francisco Eguiguren (RN) abandonaban su puesto durante la breve ceremonia. Uno de los gremialistas que sí estuvo presente en la sala de la Cámara fue Jaime Bellolio (UDI).
LA REGIÓN conversó con el parlamentario Francisco Eguiguren, quien aclaró que «estando justo antes que se anunciara el minuto de silencio, me entró una llamada por teléfono, una llamada personal muy importante de mi familia, y mi reacción normal siempre es contestarle a ellos».
«Cuando voy saliendo me doy cuenta de que se está anunciando el minuto de silencio y le digo a la persona, que es mi madre, que no puedo contestar y me devuelvo, y estuve durante todo el minuto de silencio como corresponde y con el respeto dentro de la sala», agregó.
De acuerdo al legislador, «lo hago porque soy un defensor férreo de los Derechos Humanos, me molesta y los condeno cuando se violan de un lado o del otro, para mí los dos tipos de motivaciones son igualmente condenables».
«Por lo tanto creo que si hay algo que rescatar en todo lo vivido del 73, es que nos tenemos que respetar los unos a otros, y eso significa ponernos en los pantalones y zapatos de los que están al frente, como también nosotros tenemos que exigir que los del frente se pongan en los zapatos nuestros», sostuvo.
Eguiguren enfatizó en que la fotografía fue sacada de contexto, «todos los medios se dieron cuenta que participé en el minuto de silencio y que estuve permanentemente, y obviamente si recibo una llamada importante y familiar, la reacción normal es querer responder, y si veo que está ocurriendo una situación muy importante, la verdad es que me devolví», señaló.