Diputado disputará el dos de diciembre las elecciones a presidente de la UDI con Jacque-line van Rysselberghe, en las votaciones más reñidas que ha tenido el partido en toda su historia. De paso en La Serena, contó sus lineamientos y cómo logrará derrotar a la senadora y actual presidenta…
En el marco de la culminación de un recorrido por todo el país para ser elegido presidente de la UDI y así «recuperar la mística de nuestro partido» en los comicios que se realizarán el dos de diciembre próximo, el diputado Javier Macaya visitó la región.
Aquel día se enfrentará a la actual presidenta, la senadora Jacque-line van Rysselberghe, «en las votaciones más reñidas que ha tenido la UDI en su historia y de todos los partidos políticos que se han sometido a elecciones bajo el sistema de un militante un voto», dijo el parlamentario, que pese a su confianza en el triunfo, reconoce que todo sigue siendo de pronóstico incierto, «aunque humildemente creemos que hemos hecho un trabajo que ha empatizado y se ha conectado con los militantes a lo largo de todo el país, así que vamos a ganar y lo hacemos con la convicción de que después del dos de diciembre se tiene que trabajar con unidad».
¿Qué lo motivó a ir por la presidencia de la UDI?
«Somos un partido político que habiendo sido el más influyente de nuestro país hace no muchos años, hoy necesita un nuevo impulso, que es mirar el futuro con una necesidad de renovarse, de que si no somos capaces de proyectarnos hacia el fututo seguramente vamos a caer de a poco en la irrelevancia política. Y en ese sentido creemos que con mayor unidad, mejor sentido del futuro, este proyecto puede volver a ser el partido más importante de nuestro país».
¿Ha perdido la mística la UDI con sus últimos presidentes?
«De alguna manera no hemos ido aburguesando y no hemos logrado visibilizar la importancia que tiene para nosotros el trabajo en el mundo popular. En todas nuestras visitas en las regiones la primera actividad es con el mundo popular, donde la UDI encontró en ese trabajo, con las personas más humildes, la capacidad de hacer política desde nuestras ideas de una manera distinta, lo que nos hizo grande. Entonces creemos que en ese mismo lugar podemos ser capaces de encontrar el proyecto de futuro de nuestro partido».
O sea que ya no son el partido popular…
«Creo que la UDI sigue siendo popular, pues está en su esencia, pero tenemos que visibilizarlo, tenemos que tener la capacidad de influir de una manera distinta en el debate público, de no ser reactivos, sino que pro-positivos, en tener la capacidad de que en nuestra agenda no siempre estemos reaccionándole a la izquierda, sino que nosotros poniendo temas, dejando de guardar silencio en asuntos como el cuidado del medio ambiente, la cultura, los derechos humanos…La UDI tiene que volver a influir, a eso se refiere con recuperar la mística».
¿Qué ventajas tiene sobre su oponente?
«Creo que primero existe un tema de apoyos, donde cinco de ex presidentes de la UDI nos están apoyando, y los otros dos se han mantenido al margen. Desde ese punto de vista, todos los presidentes del partido que han manifestado opinión están apoyándonos».
¿Alcanzará ese apoyo para vencer a Van Rysselberghe?
«Creo que es importante, porque refleja y se conecta de una manera más potente con el partido. La mayoría de los diputados nos están apoyando, también los dirigentes concejales y, por lo mismo, creemos que nos hemos conectado con lo que quiere el partido para el futuro, siempre con una necesidad de mirar el futuro, de renovarse sin renunciar a nuestra historia, a nuestros valores y principios fundamentales».