Mientras que el abogado de FADECHI llama a no quedarse en el incidente y dialogar por soluciones, el presidente de la comisión asegura que la primera intención era boicotear la sesión y anuncia acciones legales.
El complicado final que tuvo la Comisión de Medio Ambiente y Recursos Naturales, que se realizó de manera inédita en la Región de Coquimbo en medio del revuelo provocado por el fallo del Comité de Ministros contra el proyecto Dominga, sigue generando críticas.
La jornada, que pretendía dar cabida a las diferentes opiniones de organizaciones y comunidades afectadas por el proyecto, se convirtió en una olla a presión que, tras señales de tensión desde el inicio, terminó en una vorágine, con intercambio de golpes y lanzamiento de objetos contundentes que terminaron en lesiones de manifestantes, asistentes e inspectores municipales.
Una bola de nieve
En un inicio, el grupo de poco más de 20 miembros de FADECHI no estaba considerado en la comisión, por lo que se manifestaban con lienzos, pancartas y bombos para ingresar, bajo la consigna de entregar una carta a los miembros de la comisión.
Al dar cuenta del hecho, el diputado Félix González, presidente de la comisión, abogó por que el grupo entrara, con la idea de generar un diálogo participativo.
«Yo de buena fe los invité a entrar a la sesión, estaban afuera de la reja protestando y los invitamos a entrar, presumiendo que eran personas de la región», comenta González.
Tras el ingreso del sindicato de faeneros, su presencia no pasaría desapercibida en ningún momento. A minutos de su llegada se generaron discusiones con los grupos contra Dominga que estaban en el lugar, para luego generar continuas interrupciones en las ponencias de los mismos organismos.
La tensión comenzó a escalar con las intervenciones de diputados asistentes, quienes concordaron en argumentos y opiniones contra el proyecto, destacando al diputado Daniel Manoucherhi, quien insinuó con palabras y gestos que Dominga había pagado al grupo de sindicalistas en cuestión, catalizador de lo que pasaría más adelante.
Lograda una transitoria calma, siguieron las presentaciones, sin librarse de algunas interrupciones del mismo grupo sindical.
Para finalizar, se daría la palabra al secretario nacional de FADECHI, Leonel Aguirre, quien criticó que no se hablara de los trabajadores y comentó los beneficios que tendría la instalación de Dominga en empleabilidad, hasta que dieran por cumplido su tiempo y cortaran la señal de su micrófono.
El hecho volvió a generar recriminaciones, las que aumentaron en intensidad hasta llegar a enfrentamientos directos entre los sindicalistas y los encargados de seguridad, además de la destrucción de parte de la infraestructura y lanzamiento de objetos, entre ellos las vallas papales que estaban en la entrada del salón.
Según comentó Leonel a La Región, una de las principales razones tras los desmanes fueron las provocaciones del diputado Manoucherhi, quien continuó repitiendo gestos alusivos a dinero, verbalizando sin tapujo que los sindicalistas eran pagados por Dominga.
Luego de los desmanes, el mismo diputado apuntado por los sindicalistas expresó. «Dominga actúa mediante lumpen. Acarrearon gente de otras regiones, golpearon a mujeres, a funcionarios públicos, amenazaron de muerte a parlamentarios. Esto habla de la manera cómo actúa Dominga y claramente pareciera que estos son los ‘trabajadores’ de los que nos habla el señor Osvaldo Andrade. Nosotros rechazamos y repudiamos de esta manera; no es posible que los espacios democráticos para escuchar a la comunidad, a los que están con Dominga y a los que estaban en contra, terminen en estos actos mafiosos, de verdadero lumpen, que actúa coordinadamente, pareciera, con la Minera Dominga».