Diputados responden por el arriendo de oficinas parlamentarias

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Si bien los valores por cada recinto fluctúan entre los $ 250 mil y el millón de pesos, esto se regula mediante una normativa interna del Congreso. Los diputados y diputadas, algunos con más y otros con menos detalles, explicaron cómo utilizan estos recintos y las razones: unos apelan a abaratar costos y otros al «confort» de quienes los visitan.

En la edición de ayer de Diario La Región, entregamos el detalle de la cantidad de oficinas arrendadas por parlamentarios en la zona y el costo que cancelaban por cada una de ellas.
Según los antecedentes, disponibles en la página de Transparencia Activa de la Cámara de Diputados, los representantes regionales cancelan entre $ 250 mil y hasta un millón de pesos por el uso de aquellas dependencias.
Recapitulando, la diputada Nathalie Castillo (PC) registra dos oficinas: una en La Serena (Brasil 449), con arriendo por $ 715.133, y otra en Ovalle (Independencia 291), por un valor de $ 450.000.
La diputada Carolina Tello (PC) cuenta con una en Illapel (San Martín 250) y otra en Coquimbo (Aldunate 1069), cancelando $ 250 mil por cada una.
En tanto, el diputado Ricardo Cifuentes (DC) tiene registrada una oficina ubicada en Pedro Pablo Muñoz 861, oficina 107, con un costo de 460 mil pesos. Por su parte, el diputado Víctor Pino (Avancemos Chile) aparece con otra en el Edificio María Elena, en calle Los Carrera 389, oficina 219, con un costo de $ 569.288.
El diputado Daniel Manouchehri (PS) cuenta con una oficina parlamentaria, situada específicamente en la comuna de Coquimbo, por la que cancela $ 400 mil. Si bien hasta el cierre de la edición del miércoles no obtuvimos el dato preciso de su dirección, ayer nos confirmaron el lugar: Aldunate 941.
Asimismo, el que paga el valor más alto es el diputado UDI Marco Antonio Sulantay ($ 1.001.187) por la vivienda situada en Las Rojas Oriente 1663. Por otra parte, el único diputado que no cuenta con una sede parlamentaria es Juan Manuel Fuenzalida (UDI).

JUSTIFICAN ESOS ARRIENDOS

Considerando las diferencias en cada uno de estos gastos y la utilidad que a cada parlamentario entregan estas oficinas, buscamos las respuestas de los congresistas. Cabe señalar que cada diputado cuenta con un presupuesto específico y que no es estándar, aspecto que trataremos más adelante.
Al respecto, una de las que con mayor celeridad respondió a La Región, fue la diputada Nathalie Castillo, quien aseguró que «en La Serena, la oficina tiene intenso funcionamiento con cuatro trabajadores y trabajadoras que se dedican a realizar atención especializada a las vecinas y vecinos que se acercan a nuestra gestión. Elegimos también una oficina en Ovalle, porque es muy necesaria la vinculación con las comunidades agrícolas, con el campesinado y la ruralidad. Creemos que está plenamente justificada».
La parlamentaria acotó que «ambas oficinas han sido fiscalizadas al menos una o dos veces por el Servel, pasando todos los criterios y recibiendo una muy buena opinión. Lamentamos no tener otra en Choapa por falta de recursos».
El diputado Ricardo Cifuentes también respondió con celeridad y aseguró que «en La Serena trabaja nuestro personal que colabora en materias sociales, en trabajo comunitario y donde recibimos las audiencias que nos solicitan las y los ciudadanos. Ahí atendemos de lunes a viernes, salvo los días que estamos sesionando en Valparaíso o que estamos en terreno con nuestro personal de apoyo».
Por su parte, el diputado Víctor Pino también explicó sin dificultades el funcionamiento de su oficina, situada en pleno centro de la capital regional. «Las reuniones por lo general las agendamos con anticipación y se realizan en la mañana, ya que en la tarde, el equipo se dedica a recorrer distintas comunas de la región y ver en terreno las problemáticas que nos van planteando los vecinos y vecinas, donde también se llevan a cabo reuniones en las localidades. En la oficina siempre estamos dispuestos a recibir a las organizaciones que lo solicitan».
El diputado Daniel Manouchehri sostuvo que «en nuestra oficina, donde trabajan dos personas, diariamente recibimos requerimientos de los vecinos y ayudamos a solucionar problemas de los ciudadanos que lo requieran. Para nosotros el trabajo no solo es en el Congreso, sino también en el territorio».

¿POR QUÉ PAGA MENOS?

La parlamentaria Carolina Tello también dio sus argumentos. «El trabajo de nuestras oficinas parlamentarias es fundamental. No pagamos valores elevados, priorizando sobre todo tener reuniones con organizaciones para así efectuar el trabajo diario del equipo. Nuestro gasto se ha enfocado en poder abarcar la región, porque es un espacio territorial amplio».

EL QUE PAGA MÁS

El diputado Marco Antonio Sulantay no solo explicó las razones de por qué su arriendo, en La Serena, es el más alto, sino también nos entregó detalles específicos del contrato suscrito. En el documento, se denota el compromiso suscrito entre la Cámara de Diputados y Diputadas, el parlamentario y la Sociedad Adaro Propiedades Limitada.
En el contrato se señala expresamente que «la renta mensual del inmueble será de $ 910.000 (…) precio que se reajustará cada 6 meses».
Al respecto, el parlamentario acotó que «en ella trabajan cinco profesionales de apoyo. No me puedo referir a la decisión de otros parlamentarios respecto a la decisión de hacer uso o no de esta prerrogativa, pero sí puedo señalar que para mí es fundamental contar con un espacio como éste, ya que parte de la labor parlamentaria es tener reuniones con vecinos e instituciones y mi convicción es que éstas deben efectuarse en un lugar cómodo y bien ubicado».

¿POR QUÉ NO TIENE?

El diputado Juan Manuel Fuenzalida es el único sin oficina parlamentaria en la región, argumentando que atienden a la comunidad mediante otro sistema. «Hemos optado por trabajar a través de reuniones web, telemáticas, con sistemas informáticos que nos permiten estar más cercanos a la gente, en terreno, y no en una oficina que muchas veces es de poca utilidad», argumentó.

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