Si bien todos los consultados aseguran no tener inconvenientes en hacerse el examen, el socialista Raúl Saldívar, por ejemplo, afirma que «hay que orientar la mirada hacia situaciones más efectivas que efectistas, a situaciones que ataquen el problema de fondo»…
Los parlamentarios de Renovación Nacional, Camila Flores y Francisco Eguiguren, a propósito del plan «Elige vivir sin drogas» del gobierno, propusieron que todos los parlamentarios se sometan a un test de drogas.
Eguiguren tuvo que predicar con el ejemplo. Entonces invitó al resto de sus colegas de la región a que lo siguieran y también a los servidores públicos. Gahona y Fuenzalida, de Chile Vamos, prometieron unírseles. Pero también los diputados opositores, Walker y Saldívar, aunque éste último fue tajante en decir que «lo que importa es atacar el problema de fondo».
Argumentó el diputado socialista que «yo no tengo ningún inconveniente en someterme a un test y nunca lo he tenido. En todos mis años de servidor público he tenido toda la disposición al respecto, así que no es un tema de mi principal preocupación. Pero creo que hay que empezar a visualizar, entre otras cosas, las causas que ocasionan los problemas y, en segundo lugar, generar condiciones policiales de inteligencia para atacar a las bandas de narcotráfico, el lavado de dinero y las bandas de microtráfico, de modo que hay que orientar la mirada hacia situaciones más efectivas que efectistas, a situaciones que ataquen el problema de fondo y no distraerlo con estos espectáculos, que en la práctica no resuelven absolutamente nada».
Sobre la misma, aseguró que «insisto en mi disposición a cualquier forma de examen o test, pero también dejar bien en claro que en Chile es necesario hacer cosas útiles, cosas importantes, efectivas, concretas, objetivas y reales que contribuyan a resolver los problemas. Estamos colmándonos de situaciones efectistas en este Gobierno, que no está teniendo los resultados esperados y que simplemente lo que busca, es hacer pensar a la comunidad que se está trabajando en un objetivo determinado. Pero eso no es así. Por lo tanto, tengo un reproche sobre esta modalidad de trabajo del actual Gobierno y creo que lo importante es comenzar a trabajar en los problemas de fondo».
Mientras que el diputado de la Democracia Cristiana Matías Walker apuntó que «me parece importante desterrar en la legislación y con gestos cualquier vínculo entre el poder y el narcotráfico. Es muy preocupante lo que pasó hace dos años en el municipio de San Ramón, en Santiago, o lo que está ocurriendo hoy en día en la Corte de Apelaciones de Rancagua, donde hay ministros suspendidos de sus cargos, muchos funcionarios investigados por cooptación del narcotráfico. Bueno, si ayuda un test de droga a poder de alguna manera desvirtuar cualquier sospecha, yo creo que ayuda, pero lo más importante en definitiva es poder desterrar cualquier vínculo entre el poder y el narcotráfico, que es la principal causa de la violencia y la corrupción en América Latina y obviamente Chile no puede caer en eso».
Quienes sí valoraron de buena manera esta medida impulsada por sus pares de Chile Vamos, fueron los diputados Juan Manuel Fuenzalida y Sergio Gahona, ambos de la UDI.
Fuenzalida sostuvo que «todos los diputados deberían realizarse este test, puesto que el que nada hace nada teme. Sin embargo, también está la opción de cada uno de ellos y que tendrá que evaluarlo su electorado, porque hoy en día no es una obligación legal, así que por lo tanto, al no ser un requisito legal no se les puede obligar a algo en que tal vez opinen distinto. Sí creo que debería hacerse, exigirse de manera que la gente tenga la tranquilidad de que quienes están en el servicio público estén libres de todo este tema relativo a la droga, así que no vería con malos ojos establecer una legislación en ese sentido».
Similar opinión tuvo Sergio Gahona, al señalar que la medida es interesante, principalmente porque le da más confianza a la ciudadanía.
«No tengo ningún inconveniente en someterme a los todos los test que se implementen. Creo que sí, que hay que impulsarlo, y evidentemente no sólo considerando a senadores y diputados, sino que también pensando en los funcionarios públicos, de tal manera que podamos tener la certeza de que en el aparato público los servidores públicos estamos libres de cualquier adicción a las drogas. Yo me lo haré personalmente». No obstante, sí tuvo reparos en el tipo de examen, «ya que tiene que ser un test que entregue certezas y que no sea uno que pueda medir solamente si usted consumió droga en los últimos seis días, sino que tiene que ser un test que determine que la persona consume drogas habitualmente. Creo que debe ser un examen que entregue un rango de tiempo de a lo menos seis meses, como el test del pelo, por ejemplo, que podría ser una alternativa más fidedigna respecto de decir que la persona es adicta o no. Porque lo que nos interesa no es saber si un diputado o un senador consumieron drogas al menos unos tres días antes, sino que saber si consume droga habitualmente. Acá hay que solucionar los problemas de fondo y no puntuales para la pirotecnia o el populismo».