Apoderados del Colegio Manuel Montt, de Coquimbo, se manifestaron ayer en las afueras del recinto, ubicado en el sector El Sauce, por un caso de presunto abuso sexual que estremece hace semanas a la comunidad educativa. Un profesor de música había sido desvinculado del establecimiento tras ser acusado de cometer actos deshonestos contra una menor de séptimo básico. Sin embargo, la protesta fue más allá en las últimas horas, con ataques a la casa del docente.
Las consignas de los lienzos son fuertes y evidencian duros términos. Conceptos como la pedofilia se hicieron sentir en el sector de la parcela 39 con Miramar, ubicación del colegio. La manifestación había sido convocada por redes sociales a las 11:30, cuando comenzaron a juntarse los padres de manera masiva.
Aparte de los escritos en lienzos, rayaron la calle. Con ollas y bidones de agua acompañaban los cánticos. «El colegio encubre», «queremos justicia», «no más acoso, no más pedofilia», decían las pancartas desplegadas en la fachada del recinto.
No solo eso, además emularon la portada de un diario, colocándolo como titular principal. «Esto no sale en los medios tradicionales», repetían.
Acusaciones que compartían a LA REGIÓN esbozando que «hace dos meses se supo de los abusos de este desgraciado y nadie hizo nada, nosotros como apoderados nos enteramos recién el fin de semana, pero al interior del colegio tenían todos los datos, acá solo ven a los estudiantes como un negocio. Ya basta de que toquen a nuestros niños, el colegio es la segunda casa. Es el lugar donde nosotros confiamos la seguridad de nuestros hijos», dice un padre.
Según datos recabados por este medio, la madre de la pequeña, de tan solo 12 años, había denunciado el presunto abuso hace un tiempo, donde aparentemente, según su denuncia, no se habría tratado el tema como corresponde, sino hasta el viernes pasado. Y es que tras una serie de funas en redes sociales, el colegio tomó cartas en el asunto.
«Nos comunicamos con ustedes para informar que esta jornada hemos activado los protocolos por una denuncia de parte de una apoderada en contra de un docente del colegio. El docente se encuentra desde hoy alejado de sus funciones», dice el documento firmado por la directora del colegio, Dannisa Bonilla.
Además, se precisa que «solicitamos a todos los integrantes de la ‘comunidad monttina’ a evitar hacer mención de alumnos o alumnas que pudiesen estar involucrados en este caso, y ante alguna inquietud, buscar los canales oficiales a través de sus profesores jefes o acercarse al establecimiento para dialogar con los estamentos pertinentes», complementa el comunicado de prensa que emitió el colegio.
Los padres pusieron la denuncia en la Superintendencia de Educación, quién deberá determinar si hubo o no negligencia del colegio, mientras la familia iniciaría una demanda civil en tribunales. Además existirían otros antecedentes de menores que alertaron una extraña actitud en el profesor cuestionado.
Desde el colegio igual pusieron una denuncia en la Superintendencia y los antecedentes a disposición de las autoridades pertinentes para su investigación.
De acuerdo a la Superintendencia de Educación, las familias, apoderados y adultos integrantes de las comunidades educativas, tienen la responsabilidad de enseñar para el autocuidado y la identificación de situaciones de riesgo durante la trayectoria educacional de párvulos y estudiantes.
En este sentido, la normativa educacional señala que los establecimientos deben generar estrategias de prevención y un protocolo de acción frente a hechos de agresión o de connotación sexual.
Los establecimientos educacionales tienen la obligación de denunciar, según lo estipulado en el artículo 175 del Código Procesal Penal.
En los casos de delitos ocurridos al interior de los recintos educacionales, la denuncia se puede realizar en el Ministerio Público, Carabineros o PDI, dentro de las 24 horas siguientes al momento en que tomasen conocimiento del hecho.
Sin embargo, existieron otros acontecimientos en relación a este caso. Carabineros confirmó los ataques a la vivienda del profesor desafectado de sus funciones. Entraron a la casa y pintaron la palabra pedófilo.
Según lo informado desde la institución, el profesional de la educación no se encontraba en su domicilio a la hora del ataque.
