Hablar de Miguel Bauzá Fredes en Coquimbo es generar controversia.
Por un lado, están sus detractores que se han ido sumando en estos últimos años coincidentemente con su último periodo como dirigente de Coquimbo Unido. Pero aquellos que lo conocen de manera más cercana, que saben de su amor por los colores aurinegros y que han visto su carrera como directivo desde un inicio, agradecen su cercanía con el club más allá de los resultados.
El fútbol desde siempre
La vida de Bauzá siempre estuvo ligada al fútbol y al deporte. Hijo de padre español y de madre chilena, plasmó su carrera como dirigente inspirado por su progenitor quien se convirtió en el primer vicepresidente de Coquimbo Unido el 30 de agosto de 1958.
Nacido en el hospital San Pablo de Coquimbo el año 1943, en su juventud tuvo que alejarse del puerto para estudiar derecho en la Universidad de Chile de Santiago. Luego regresó a la región para asumir la Seremía de Justicia y a la vez desarrollar su pasión por el balompié.
Fue así como después del Golpe de Estado en 1973, fue invitado a participar de la directiva del club pirata por el Mayor de Carabineros Carlos Pérez, quien presidía por la institución en ese entonces. En esa misma época llegaron a la entidad los fallecidos Patricio Zepeda Coll y Gustavo Camelio, además de Eduardo Crovetto.
En el año 1978, Miguel Bauzá se hizo por primera vez cargo de la presidencia de Coquimbo Unido, tarea que llevaría adelante también en los años 1979, 1980, 1985, 1986, 1987, 1994, 2007, 2008 y 2009.
Más tarde, el directivo llega a las más altas esferas del fútbol chileno, asumiendo la presidencia de la ANFP, tras la renuncia de Mario Mosquera por enfermedad.
Último periodo
A diferencia de sus inicios en el club, desde el 2007 cuando regresó a la presidencia pirata, Bauzá ha vivido uno de sus peores épocas como directivo. Ese año, Coquimbo Unido descendió a la Primera B con una paupérrima cancha. Y si bien el 2008, con la dirección técnica de Víctor Milanese Comisso estuvo cerca de retornar al fútbol grande, todo se quedó en un «casi» ya que hasta el presente se mantiene ahí.
Sin duda el no poder volver a Coquimbo Unido al sitial que se merece dentro del fútbol chileno debe ser una espina clavada para el vicepresidente pirata, que en los próximos días anunciará su dimisión para asumir como notario en Tierras Blancas, puesto que sería incompatible con sus funciones en el club.