El hasta ahora Cesam de Las Compañías fue oficialmente renombrado en honor al destacado médico que entregó su vida luchando contra la pandemia.
Desde que comenzó a trabajar como médico, José Pantoja ofreció lo que él mejor sabía hacer: cuidar la vida y la salud de las personas a través de la medicina.
Lo hizo entre los años 2007 y 2009 en las postas rurales de Vicuña y La Serena, donde desarrolló un profundo sentido de vocación por el servicio público. También lo hizo en el Cesam de Las Compañías, Centro de Salud Mental, dependiente del Hospital de La Serena, donde llegó en diciembre de 2009, hasta su fallecimiento en 2020 a causa del coronavirus.
Fue en ese lugar donde el profesional exhibió las mejores cualidades de un ser humano, que le valieron precisamente que el centro desde hoy lleve su hombre. Y con ello, el orgullo de su madre, esposa e hijos, presentes en la ceremonia, que también contó con la presencia de compañeros de trabajo, funcionarios y usuarios, quienes especialmente recordaron con cariño su legado y atención.
“Me pareció muy emotivo, con nuestros corazones abiertos y como familia muy agradecidos de este noble gesto que impulsaron sus compañeros de trabajo. Nos entregan un gran consuelo poder visibilizar lo que José Daniel fue para otros. Además, materializa una idea y fuera para todos nosotros, ya que nos inspira a seguir ese camino de entregarle al otro el bienestar, en este caso salud mental, tan necesario en este minuto”, esgrime su madre, Carmen Rivera.
Su esposa Agnetha Godoi ofreció emotivas palabras y en conversación con diario La Región, explicó que, para ellos, la ceremonia significó “un gran orgullo”, por cuanto “es un acto de amor y de honramiento a la vida laboral de José Daniel, que además nos llena de admiración. Nos sentimos muy agradecidos con cada uno de los que han colaborado y permitido que, desde ahora, el Centro de Salud Mental, lugar donde ejerció su vocación de médico y social, lleve su nombre”.
Destacó el profundo compromiso que tuvo con la comunidad, porque como médico “nos mostró que las instituciones públicas pueden ser un instrumento de humanización y de entrega al desarrollo integral de las comunidades. Vivió inmerso en la comunidad que habitaba, hizo que su vida personal y familiar coincidieran con sus valores profesionales y sociales. Dicha coherencia le engrandece y representa un valor humanitario digno de imitar que nosotros hemos transformado en un valor familiar. Compartimos su recuerdo con quienes también lo conocieron y reconocen en él un ser solidario, amoroso y con una gran calidad humana”.
Orgullo y agradecimiento
Sus compañeros de trabajo, quienes batallaron para el cambio de nombre, dijeron presente. De igual manera del Hospital de La Serena,
“Como institución es todo un honor que se haya logrado renombrar este centro con su nombre y nos invita a creer que esa manera de hacer salud también sea encarnada en el resto de nuestros funcionarios”, dijo Carla Ahumada, directora (s) del Hospital de La Serena.
Todos valoraron la iniciativa, que nace justamente del compromiso y cariño de los funcionarios, quienes llevaban más de un año intentando que el nombre del doctor Pantoja permanezca en el sitio donde trabajó y donde no solo dejó un legado en lo profesional con muchos testimonios de pacientes, sino que también testimonios de sus pares y de personas que compartieron con él en lo social, en la vida misma.
Y aunque al principio no tuvo acogida por las autoridades, “la comunidad perseveró y recolectó firmas, logrando finalmente el respaldo del Congreso para oficializar el cambio de nombre”, señaló la doctora Karina Cisternas.
Agregó que “este reconocimiento honra la dedicación y el compromiso del doctor Pantoja con sus pacientes y con el servicio público, y asegura que su legado perdure”.
El presidente del Colegio Médico también se unió al tributo, destacando que el renombramiento del Cesam simboliza la incansable dedicación y profesionalismo que entregó.
“Es un ejemplo para todos nosotros, y su memoria seguirá inspirándonos a brindar atención con la misma humildad y compromiso que él demostró cada día”.
¿Quién fue el doctor?
José Daniel Pantoja Rivera nació en Santiago, pero creció en Ancud, Chiloé, donde desde pequeño desarrolló una sensibilidad especial por la gente y las comunidades rurales. Estudió medicina en la Universidad de Santiago, obteniendo su título de médico cirujano.
Decidió especializarse en psiquiatría, cursando su especialización entre los años 2011 y 2012 en la Universidad Católica del Norte, con residencia en el Hospital Psiquiátrico de Santiago.
Pese a enfrentarse a una grave enfermedad crónica, el profesional continuó ejerciendo su labor hasta que el contagio por COVID-19 deterioró su salud.
Quienes lo conocieron destacan no solo su profesionalismo, sino también su calidez humana, su sencillez y su profundo compromiso con el bienestar de las personas, lo que lo convirtió en un médico muy querido tanto por sus pacientes como por sus colegas.