La decisión de visitar nuestro país ha sido tomada como una potente señal de compromiso por parte de Greenpeace con la campaña mundial “Defendamos los mares del fin del mundo”, la cual fue anunciada la semana pasada y que busca la protección de las aguas de la zona de Magallanes del avance de la salmonicultura.
“La llegada del Rainbow Warrior deja en evidencia que los mares australes chilenos son de una relevancia enorme para el planeta. De hecho, el 36% de la biodiversidad de mamíferos marinos del mundo están en los mares del fin del mundo y por eso es que hemos decidido navegar hacia esas aguas maravillosas que son, además, el hogar del delfín chileno”, dice desde altamar el capitán español Pep Barbal.
El barco de Greenpeace es tan icónico como especial. Primero, porque sus 18 tripulantes provienen de 14 distintos países, muestra de un trabajo multicultural. Uno de ellos es el chileno Andrés Altamirano.
“Es un privilegio poder formar parte de la tripulación del Rainbow Warrior. Como chileno he podido explicar a la tripulación la importancia de lo que sucede en nuestros mares australes y están muy entusiasmados con la posibilidad de contribuir a esta campaña mundial que se centra en la protección de los mares del fin del mundo ante el avance de la salmonicultura. Invito a la gente a ingresar a la página www.greenpeace.cl y sumarse a la protección de nuestros mares australes”, explica Altamirano desde el velero.