Desde los partidos más afines al Gobierno, pasando por el socialismo democrático y la Democracia Cristiana, ratificaron la continuidad de una carta fundamental que no les satisface, opción que también fue validada por el voto de sectores de oposición que se han alejado de la agenda del Partido Republicano.
Si bien no se festejó como una victoria, el hecho de que la opción «en contra» se haya impuesto en las urnas en el país y en forma muy importante en la región, dejó en evidencia que se trató de un voto transversal de fuerzas de centro, izquierda y socialismo democrático.
Pero también hubo sorpresas, ya que sectores de la derecha más conservadora y proclives a la actual carta constitucional también se sumaron a este voto, lo que también primó a la hora de un resultado bastante holgado en favor de esta alternativa. En definitiva, todos por diferentes razones, pero con la consecuencia de que la Constitución de 1980 siga en pie.
Partamos por el oficialismo. El senador Daniel Núñez (PC) argumentó que «se intentaba hacer retroceder al país con ideas conservadoras y que representaban sólo a una minoría fanática como la del Partido Republicano. Es evidente que con esto se acaba el proceso constituyente y en un corto plazo no hay espacio para este debate, porque debemos abocarnos a los grandes problemas que tiene la ciudadanía».
La diputada Carolina Tello (PC) sostuvo que «el resultado final, que yo apoyé, va en la lógica de respaldar a las personas que viven en nuestra región y en nuestro país. De todas maneras, creo que este largo proceso constituyente nos ha servido para tener cultura cívica y reflexionar. Los que somos parte de este Gobierno, vamos a seguir trabajando por las prioridades que tiene nuestro país, con el propósito de avanzar de manera transversal en tópicos como la sequía, la seguridad pública y la reactivación económica».
El presidente regional de Revolución Democrática, Jorge Godoy, reconoció que «hay una sensación de alivio. Sin embargo, así como la izquierda y la centro izquierda asumieron el costo del primer proceso, hoy la responsabilidad de este fracaso es exclusivamente del Partido Republicano, Chile Vamos y la nueva derecha representada por Amarillos por Chile y Demócratas, quienes validaron un texto que dividía a los chilenos. Creo importante que desde el mundo político podamos poner las prioridades de las personas por delante y lleguemos a acuerdos».
UN RESPIRO
En el socialismo democrático se mostraron tranquilos con el resultado, pero para nada conformes. El presidente regional del PS, el diputado Daniel Manouchehri, sostuvo que «en nuestra región el triunfo del «en contra» fue sobre el promedio nacional, y también hay que hacer un correcto análisis de eso. Los chilenos le han dado un portazo a la propuesta de Kast y los Republicanos. Las ideas conservadoras quedaron debilitadas y de esta manera se cae la instalación de un giro hacia la derecha».