La cantidad de agua contenida en los embalses regionales está entre el 8% y el 44%. Porcentualmente existe mayor reserva de agua en Elqui y Choapa, y menos en Limarí. Aunque en ninguna se supera el 25%. Frente a este escenario, desde el MOP están impulsando los consejos de cuencas para aprovechar de mejor manera el recurso hídrico.
Según se desprende del Boletín Climático del Ceaza, la región de Coquimbo se encuentra en este momento con un 11% de la capacidad total embalsada. En el caso de la provincia del Elqui, mantiene en la cuenca un 18% embalsado, en donde su embalse de cabecera (La Laguna) cuenta con un 44% y el Puclaro solo con un 14%.
Limarí tiene un 8% embalsado y ya presenta todos sus embalses con valores bajos, con el menor porcentaje está La Paloma, con un 8%. Por su parte, el Choapa tiene un 25% embalsado en la provincia y presenta valores similares a los observados en 2014.
En este contexto, el seremi del MOP, Javier Sandoval, comenta que «los tranques y embalses son parte de esta solución integral, tenemos muchos embalses en la región, pero que están casi vacíos, actualmente contamos con un 15% aproximadamente de llenado. Es preocupante que estén casi vacíos, así que uno puede plantear de manera válida si vale o no la pena construir estos embalses gigantes, dada la conducción de mega sequía y de cambio climático, recordemos que la desertificación viene avanzando hacia esta zona».
«Como MOP tenemos nuestros equipos a disposición, realizaremos todos los estudios para que se tomen las mejores decisiones posibles. Asimismo consideramos el trabajo con la comunidad, puesto que ninguna estrategia de embalses y tranques va a funcionar bien si no está creada la gobernanza del agua que permita gestionar estos embalses y tranques», añade.
«Como Ministerio tenemos un rol fundamental, ya sea con la Dirección General de Agua o la Dirección de Obras Hidráulicas, entonces es determinante que avancemos paralelamente en hacer que la gobernanza se vaya creando y trabajando, además llamar a los distintos actores que integran esta gobernanza a que sepan comunicarse para trabajar en conjunto para propiciar insumos necesarios que den seguridad en el abastecimiento».
Consejo
de cuencas
Frente a este escenario, el seremi se refiere a un concepto nuevo con el que se está trabajando en las regiones, que son los Consejos de Cuencas, «a cada región se le encomendó escoger una cuenca piloto, esto fue labor de los GORE, para crear estos Consejos de Cuenca, donde todos quienes aprovechen el recurso hídrico, desde el usuario común y corriente, APR (Infraestructura Hidráulica Agua Potable Rural), juntas de vigilancia, empresas privadas y los servicios estatales, puedan confluir y establecer políticas de cómo distribuir, proteger y generar eficiencia en torno al uso del agua».
Agrega que «este Consejo también tendrá que abordar la distribución y el uso del agua de los embalses o tranques. A mi parecer, hay que ser muy científico en esto, hay mucha literatura en el mundo de cómo políticas de construcción de embalses han fallado por no tener esta gobernanza desarrollada, que es la manera en que los actores interesados pueden gobernarse, generar políticas, establecer directrices y estrategias para hacer uso de la infraestructura».
Puntualiza que «no se puede construir una obra y dejarla botada sin tener claro quién la va a usar y cómo. Aquí el concepto de democracia es crucial, todos quieren participar, sobre todo quienes se ven afectados por una obra o por una estrategia, en ese caso corresponde que tengan voz y voto».
Desaladora estatal para hacer frente a la crisis hídrica
Consultado por otras obras complementarias para combatir la crisis hídrica, el seremi explica que «toda iniciativa local o global que permita la reutilización del agua para el regadío, por ejemplo, es bienvenida. Del mismo modo que nos gustaría instalar una desaladora estatal, también nos gustaría construir una planta de reutilización de agua, ya sea a través de concesiones del MOP o totalmente estatal, para trabajar en la sustentabilidad del recurso hídrico, porque de nada nos sirve instalar desaladoras si el agua no se cuida».
Respecto a la desaladora de Aguas del Valle, señala que «hay distintas iniciativas en torno a poder ejecutar desaladoras en la región, iniciativas de privados y del Estado. Una de ellas es la de Aguas del Valle, que tuvo su ingreso al Sistema de Evaluación Ambiental, donde se le requirió documentación adicional, es decir que el proyecto de Aguas del Valle de desaladoras, ubicado en El Panul, no contaba con toda la documentación necesaria para poder respaldar su impacto o no impacto ambiental. La empresa tuvo que realizar esto, mejorar su línea base, también conocida como la documentación necesaria para poder reingresar al sistema para ser evaluado nuevamente».