El empresario Roberto Sierralta, del sector de Baquedano, continúa a la espera de poder llegar a un acuerdo satisfactorio con la empresa de Seguros Renta Nacional, tras las pérdidas sufridas en su negocio, producto del terremoto y tsunami del 16 de septiembre del año pasado.
Sierralta, tenía la póliza desde hace unos 10 años, con el fin de poder responder a sus clientes en caso de siniestro que le generara daños o la pérdida total de sus autos, de igual forma para poder recuperar sus equipos.
Sin embargo, según su abogada Macarena Bravo, hasta ahora no ha sido posible conseguir una propuesta satisfactoria de parte de la compañía de seguros, que se ha basado en la información que les ha hecho llegar la liquidadora Dualde Ajustadores.
«La liquidadora le pidió a don Roberto una serie de antecedentes, que de manera ordenada y metódica le hizo llegar. Luego llegó una persona llegó de parte de la liquidadora a revisar el taller, que se tomó como 10 minutos y volvió a Santiago y envió un informe donde no le reconocían la remosión de escombros, ni el pago de los vehículos que se habían dañado, aduciendo que estos autos tenían prendas, prohibiciones, etc. Luego comenzó un intercambio de correos, que son una especie de reclamo administrativo, en la cual le dijimos que eso no correspondía», dijo la abogada.
Según la profesional, el contrato firmado por Sierralta cubría los daños de los autos sin ningún condicionamiento a tener que repararlos, además en definitiva por la entrada de agua, arena y otros, los autos habían quedado con pérdida total y en el caso de intentar una reparación, no es posible garantizar un tiempo de duración, dado el estado en que quedaron.
Bravo, agregó que tampoco se señala en los documentos enviados por Renta Nacional, de dónde se sacan los valores de castigos de las herramientas y de toda la implementación que tenía don Roberto en su taller, cuestión que hasta ahora no han explicado.
Hasta ahora, el caso cada vez va en retroceso para el empresario, porque si bien se ha logrado que la empresa reconozca ciertos ítems, la propuesta de la empresa ha ido bajando progresivamente. Pese a que la propia empresa aseguradora, también ha tenido desacuerdos respecto del caso con la empresa liquidadora.
En mayo, la empresa incluso estuvo a punto de entregar un cheque a Roberto Sierralta, con el propósito de dar por cerrado el caso. Sin embargo, El documento que le estaban entregando, que era aproximadamente por $15 millones, que no cubría los daños sufridos, además en ese acto, se le estaba haciendo firmar un documento en el que Sierralta se comprometía a abandonar cualquier acción legar o administrativa en contra de la compañía aseguradora.
La abogada comentó que enviaron una nota de queja a la aseguradora, la liquidadora y también a la Superintendencia de Seguros, «donde le decimos que esto es el colmo de la mala fe y que va en contra de todo parámetro aceptable en materia comercial. Que esto de tratar de engañar a la gente a espaldas de los abogados que lo representa, no sólo deja mal a la ajustadora, sino que también a la Compañía de Seguros».