El concejal, y presidente de la Comisión Pampilla, Pablo Galleguillos, reconoce que existe la opción de que este 2022 vuelva la festividad, señala que «hemos estado trabajando con el alcalde, analizando los antecedentes de las pampillas anteriores para tener conocimiento de todo su funcionamiento, y que pronto se definirá si este año nos lanzamos de nuevo».
El pasado martes 5 de abril, el Ministerio de Salud presentó el nuevo plan «Seguimos Cuidándonos, Paso a Paso», esta nueva política pública contempla solo tres fases para las comunas del país: bajo impacto sanitario, medio impacto sanitario y alto impacto sanitario, las que definirán el avance o retroceso de una comuna.
Con este nuevo régimen, la región de Coquimbo es considerada como de Bajo Impacto Sanitario, lo que se traduce en que no hay restricciones de aforo ni en espacios cerrados ni en eventos masivos.
Esto, sumado al hecho de que el plan contempla que desde el día 14 de abril no será obligatorio el uso de mascarilla en espacios abiertos donde se pueda mantener una distancia superior a un metro entre personas, ha abierto la posibilidad de que ronde la idea de despertar la Fiesta de la Pampilla, gigante que duerme ya hace dos temporadas producto de la pandemia.
El alcalde de la ciudad puerto, Alí Manouchehri, entiende que con las nuevas medidas sanitarias es posible concebir eventos de mayor envergadura, como lo es la Pampilla, y declara que «efectivamente hemos entrado en una nueva fase del plan Seguimos Cuidándonos, Paso a Paso, que flexibiliza las restricciones de movilidad y aforos que teníamos hace un año en plena pandemia».
A su vez, la autoridad municipal manifiesta la intención de trabajar para que se pueda concretar tras un bienio esta fiesta masiva: «a los coquimbanos y coquimbanas nos gustan las fiestas patrias con Pampilla, por lo que nos preparamos como municipio para levantar este tipo de eventos, que nos han hecho conocidos en todo el país y el mundo».
En la administración actual del edil se creó la Comisión de Pampilla, la cual es presidida por el concejal Pablo Galleguillos, quien reconoce que existe la opción de que este 2022 vuelva la festividad, y señala que «hemos estado trabajando con el alcalde, analizando los antecedentes de las pampillas anteriores para tener conocimiento de todo su funcionamiento y que pronto se definirá si este año nos lanzamos nuevamente», pero fue cauto al reconocer que también «va a depender del contexto pandemia y temas presupuestarios».
El colegiado Mario Burlé también se muestra abierto a la posibilidad de reactivar la celebración, y afirma que «nosotros, como coquimbanos, por supuesto que anhelamos que esta fiesta vuelva a realizarse», eso sí, advierte sobre la naturaleza masiva del evento y como esto puede afectar en la realización del mismo, declarando que «tenemos que ver las condiciones en cuanto al aforo para algo tan grande, ya que pueden llegar entre 100 mil a 200 mil personas por día».
Si bien no hay una discusión formal sobre el tema en el Concejo, sobre si existe liquidez para costear la fiesta, Burlé cree «que los fondos podrían estar, si consideramos que ha habido una mejora en la parte financiera del municipio, y obviamente eso tendrá que ser estudiado, tendrá que hacerse una propuesta y eso todavía no ha ocurrido, espero que los fondos existan y el ánimo esté».
Freddy Bonilla, también concejal de la ciudad puerto, ve como sus colegas con buenos ojos la oportunidad de que vuelva la Pampilla, pero pone énfasis en que le gustaría «volver a las tradiciones, a las ramadas típicas», a su vez aclara que no debiese tener «un carácter estrictamente lucrativo, sino que se trate de una situación de convivencia para las familias, de conocerse como coquimbanos y chilenos en esas fechas, más allá de propiciar un gran gasto de recursos».
Por último, Bonilla manifiesta que «no estoy sino abierto a poder colaborar a que efectivamente vuelva la Pampilla de Coquimbo».
El vicepresidente de la Comisión Pampilla, Camilo Ruíz, está en consonancia con sus colegas respecto de traer de vuelta la festividad, pero también le pone ojo a lo que pueda suceder con el estado del virus, y declara que «todo indica que tenemos que volver a la normalidad y retomar nuestras tradiciones, pero hay que hacerlo sin romper las medidas sanitarias y también depende de cómo se vaya dando la pandemia».
Otro factor en el que el concejal pone cuidado es en el despilfarro y las formas de llevar a buen puerto una celebración de tal magnitud, y detalla que «por mi parte, si tenemos que plantearlo, debe ser de una forma tal de transformar esta Pampilla, no pueden seguir desplegándose el mismo tipo de licitaciones que generaban tanto gasto, si se dan las condiciones sanitarias y financieras, desde mi punto de vista deberíamos hacerla, pero tiene que pasar por el concejo para ser discutido», sentencia.