Entre martilleos y encendido de sus parrillas, los principales locales de comida y bebidas abrieron ya sus puertas a los primeros clientes. Expectación en cuanto a precios módicos que prometen hacer más amigable el gasto al bolsillo.
Diario La Región estuvo en terreno en horas de este lunes, a la espera del arribo masivo de visitantes locales y nacionales, incluso internacionales, que ya se divisan por la explanada de la cancha.
Muchos andaban ya cotizando los bajones, en búsqueda de un sabroso plato de cazuela y acompañarlo con un buen vaso de terremoto, por ejemplo.
¿Pero está caro o barato sentarse a degustar los placeres de la vida en una fonda pampillera?
La variedad es infinita, con productos como choripanes, anticuchos, platos clásicos y novedosos en la gastronomía típica chilena. El alza de los precios en nuestro país ya es un asunto recurrente en los bolsillos de los chilenos.
TERREMOTO PARA NIÑOS
Consultamos con los principales puestos de comida y fondas, en donde el humo con la fusión de aliños se compaginan en una sabrosa experiencia. Entre los consultados, conversamos con «El rey del jarro», atendido por su dueño Miguel Basualto, «tenemos un jarrito de regalo que tiene un valor de $ 5000, y si queda con sed, puede pedir su recarga por tan solo 4 mil pesos», y no pueden faltar los novedosos pero ya tradicionales terremotos para niños.
Las empanadas, una de las comidas favoritas, fluctúan entre los 3 y 5 mil pesos, dependiendo del tamaño. «Está barato», decían turistas ayer.
También hay otras opciones disponibles, como por ejemplo en «El Retiro», donde su dueña, Katherine Órdenes, menciona que «tenemos los terremotos para niños que llevan gomitas con harto color y para los adultos desde los 3 mil pesos, quisimos mantener los precios del año pasado para que nuestros clientes vuelvan».
Para los comensales más clásicos y tradicionales, en la fonda «Los Compipas» tienen generosos platos de carne mechada con arroz, acompañados del infaltable pebre con pan por tan solo 6 luquitas, según nos mencionó su dueño.
Pero si quieren otro plato distinto a lo habitual, en esta fiestas visitamos al «Tren del sazón», local de pollo adobado a las brasas con las infaltables papas fritas crujientes, pero quién mejor nos pudo hablar de esta nueva opción caribeña, fue uno de sus comensales, Darwin Cortés, «las papitas están fresquitas y bien sabrosas, el pollo tiene un sazón especial que no habíamos probado, y para nuestra sorpresa está muy barato a diferencia de otros lugares».