La cooperativa «Rumpacoop», compuesta por 25 productores de la provincia del Limarí, comenzaron a capacitarse para elaborar los primeros productos derivados del copao. La agrupación se reunió con profesionales del área de alimentos del Instituto de Investigaciones Agropecuarias (INIA) para aprender a elaborar diferentes productos como parte del proyecto «Fortalecimiento de las capacidades de gestión, productivas y comerciales de las comunidades agrícolas asociadas al recurso Copao, para la puesta en valor de su identidad local mediante la inserción de productos gourmet en mercados nicho», desarrollado por INIA y financiado por la Fundación para la Innovación Agrícola (FIA).
Durante una jornada de capacitación, los productores aprendieron paso a paso como extraer la pulpa del fruto y conservarla congelada para una mayor duración. Esta técnica resulta fundamental para posteriormente crear productos de consumo masivo como yogur, leche cultivada y aderezos.
Esta fue la última de una serie de capacitaciones que realizó INIA donde los productores aprendieron la elaboración de diferentes tipos de alimentos para posteriormente trabajar en conjunto en un plan de negocios para salir al mercado gourmet el 2016.
«Rumpacoop» está preparando una serie de productos para entrar al mercado gastronómico, cumpliendo un sueño de sacarle partido a este fruto típico de la Región de Coquimbo.
El copao es una buena fuente natural de vitamina C y de minerales como magnesio, fósforo y potasio; y además posee un potencial aún no explotado para la preparación de champú, jabones y cosméticos, con opciones de explorar también el mercado de la belleza y estética.
Angélica Salvatierra, investigadora INIA quien lidera el proyecto, está convencida de que las comunidades agrícolas de Limarí están frente a una gran oportunidad de negocio. «Estamos innovando con la rumpa y vemos que es posible diferenciarse de productos dentro de nichos de mercado que pueden interesarse en estos frutos nativos. Se les entregaron a los agricultores todas las herramientas con un bajo costo de implementación y yo diría que el proceso es bastante simple. Un yogur con esas características incorporando una fruta que tiene un alto contenido en vitamina C, fibra y potasio, puede ser un buen producto y distinto a lo que ya existe. No estamos hablando de un yogur con mermelada de frambuesa, sino de un producto nativo endémico que sólo se produce en esta región y por lo tanto es muy diferenciador», apunta la investigadora INIA.
Durante la actividad, los integrantes del grupo pudieron probar algunos alimentos como el yogur y la leche y todos quedaron sorprendidos por el sabor. Carmen Vega fue una de ellas, y además es una participante muy activa de la cooperativa y tiene buenas expectativas frente al futuro. «Nunca imaginé cuando empezamos a estudiar la rumpa que se podía llegar a este logro. El poder producir leche, yogur y el mismo extracto que uno lo puede hacer como jugo, estamos consumiendo un producto natural. Me llama mucho la atención y yo trabajaría el copao hasta ver los máximos logros», señaló la agricultora.
Respecto a los próximos pasos del proyecto, INIA presentará un estudio de mercado antes de que los productores empiecen la comercialización. De momento, la institución junto a algunos productores participarán en ferias de alimentos para que puedan difundir sus productos. El proyecto dura dos años y se espera que una vez finalizado la cooperativa sea capaz de llevar a cabo la cadena productiva con autonomía de principio a fin, con el fin de impactar y gustar al mercado gourmet nacional.