Los oficiales de la brigada antonarcóticos de la PDI, calificaron como de inédito un laboratorio de abultamiento de drogas hallado en una parcela de la Avenida Pacífico, de La Serena.
La Fiscalía ordenó el trabajo investigativo a la PDI, que tras la acumulación de evidencias fue cerrando el círculo hasta dar con la banda. Finalmente, en el fin de semana reciente, fueron detenidos dos chilenos y una pareja de bolivianos, ella tenía rol de «burrera».
TRES MESES
Luego de más de tres de meses de indagaciones entre la Policía de Investigaciones y la Fiscalía Local de Coquimbo, detectives de la Brigada Antinarcóticos y Contra el Crimen Organizado de La Serena, dieron con el paradero de la banda que se dedicaba al tráfico de drogas con los llamados correos humanos, también conocidos como «burreros».
Sujetos chilenos lideraban esta organización ilícita dedicada a internar ilegalmente droga, que luego seguían procesando (cocinando) en el laboratorio de la zona costera.
En el trabajo de traer la droga, usaban a sujetos extranjeros como correos humanos. Transportaban cocaína liquida en ovoides.
La central, donde era abultada la droga, estaba en una parcela de Avenida Pacifico, donde había un laboratorio clandestino para tal propósito.
Producto del operativo policial en ese lugar, hubo cuatro personas detenidas, dos chilenos y dos bolivianos, de los cuales una es mujer, que era la que hacía de burrera, el otro tenía conocimientos en química y tenía la función de «cocinero», como se conoce en la jerga.
CASI DOS KILOS
Respecto de la droga incautada, se tiene que ya había sido procesada 1.8 kg, mientras en cocaína líquida fueron encontrados otros 12 kilos 700 gramos.
Una vez procesada la droga líquida, esta aumenta hasta en cuatro veces su peso, por lo que en este caso se podría haber obtenido cerca de 50 kilogramos de cocaína preparada.
En conversación con Marcelo Chepillo, jefe de la Brigada Anti Narcóticos de la PDI, relató que el grupo contaba con dos cabecillas ciudadanos chilenos, ambos detenidos, «ellos internaban con correos humanos, que eran ciudadanos bolivianos, los que traían envueltos en preservativos la cocaína líquida».
La cocaína líquida no es tan fácil de detectar, a diferencia de los ovoides sólidos, que pueden ser detectados con Rayos X. En cambio con la cocaína líquida es necesario hacer un escáner para poder identificarla.
«Ellos la ingerían, al igual que los ovoides sólidos de cocaína, pero lo hacían en forma líquida, envuelta en estos preservativos, y cuando llegaban acá los evacuaban, posteriormente llegaba una persona con conocimientos en procesos químicos, que en el jerga se les llama cocineros, procedía al trasvasije del preservativo y empezaba el abultamiento a través de otros químicos», explicó respecto al modus operandi.
Chepillo enfatizó en que lo inédito de esto, además de ser cocaína líquida, es que «no habíamos visto este tipo de laboratorio y, además, la droga venía en un medio ácido, eso quiere decir que venía en un proceso bastante avanzando, y en este caso era muy poco el proceso que tenía que hacer el cocinero para transformarla en cocaína solidificada. Por eso se llama laboratorio de abultamiento».
«El hecho que la cocaína era líquida y en un proceso bastante avanzando por un pH bien ácido, permitía que la droga se procesara mucho más rápido, el proceso era casi inmediato», agregó.
Todos los detenidos fueron puestos a disposición del Juzgado de Garantía de Coquimbo, para su respectivo control de detención, donde se determinó la prisión preventiva para todos ellos.