Las tradicionales “picadas” del sector Peñuelas, tan visitadas por los comensales ávidos de disfrutar de la cocina tradicional del mar, fueron inundadas por el tsunami del 16 de septiembre. El agua alcanzó una altura de 1,5 metros, arrasando con el mobiliario y equipamiento de sus esforzados propietarios, y destruyendo además las existencias de comidas y bebidas con que se habían preparado para el fin de semana de Fiestas Patrias.
Con la tranquilidad de contar con vigilancia militar, los locatarios han emprendido afanosamente la limpieza de los establecimientos, sacando el barro, rescatando todo cuanto sea posible y esperando abrir de nuevo cuanto antes.
Antonio Marentis, propietario del restorán El Griego, es uno de ellos. “El agua entró por los ventanales, los rompió completamente, y arrasó con todo. Incluso, los cooler (congeladores) que estaban llenos, aparecieron todos apilados”. Estima que sus pérdidas pueden llegar a unos 17 millones de pesos, aunque aún se encuentra evaluando. La situación de sus colegas es la misma, asegura, pero su caso es algo más complejo, pues no es propietario del local, sino que lo arrienda.
Marentis se declara esperanzado en que lleguen medidas gubernamentales que puedan favorecerlos y declara su voluntad de reabrir el restaurante en octubre próximo.
