En playa Changa esparcen las cenizas del inmortal músico coquimbano Cristian Cuturrufo

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Los restos del destacado trompetista de jazz fueron esparcidos en el mar porteño en la jornada de viernes en medio de una emocionante ceremonia. Lo anterior había sido el deseo en vida del «Cutu», quien falleció en marzo de este año producto del Covid-19. Familiares y amigos de todas partes de Chile vivieron un momento único, de total conexión con el talentoso fallecido. «Le damos la bienvenida al guatón a nuestro paraíso, a esta playa hermosa que nos cobijó de niños y que hoy te guardará por siempre», dijo Rodrigo, su hermano mayor.

Porque esta emblemática familia coquimbana habitó casi toda la vida en una parcela justo en frente del cruce de La Cantera. En ese contexto la playa Changa se convirtió prácticamente en el patio trasero de los Cuturrufo, quienes aprovecharon de pasar una infancia increíble con sendo paisaje a la vista.

«Estos edificios que hay ahora eran parte del terreno donde vivíamos. Estuvimos acá hasta ocho meses antes del tsunami con mi mamá y todos mis hermanos. Entonces es como estar en nuestro territorio, es estar prácticamente en el cielo, nuestra genética, nuestro ph».

Con esa barba clásica del clan, el hermano mayor intentaba motivar a la gente mientras de fondo suenan «Los Menas», una de las bandas favoritas del hijo pródigo de los Cuturrufo. De hecho, su intención habría sido retirarse en esta famosa banda de la comuna de Coquimbo. «Vamos muchachos, un aplauso a estos artistas, les tengo que decir a mi hermano le gustaban harto los aplausos, porque era una estrella, así que arriba, arriba».

Cerca de las 12 del día llegó el núcleo de los Cuturrufo. Lo hicieron con una foto de la artista enmarcada, una bandera aurinegra y el cuerpo de Cristian, que había sido cremado semanas después morir. La arena se llenó de primos, sobrinos y tíos del trompetista, que miraban con atención cada discurso de homenaje.

Y es que era muy querido este coquimbano. Jorge Campos, ex integrante de la banda Congreso vino desde la capital para despedir a su amigo. También arribaron colegas musicales como Claudio Rubio y Felipe Rivero, compañeros que compartieron la recordada gira por Egipto.

El alcalde Alí Manouchehri también decía presente. «El nombre de Cristian Cuturrufo no solo es sinónimo de orgullo local, sino que de carácter internacional. Tengo muchos cercanos que lo conocieron de cerca y todos hablan de una gran persona. El legado de este hombre será imborrable, y como municipalidad, vamos a hacer todo para que su nombre siga vigente», dijo el alcalde.

Quizás la vida fue injusta con una de los artistas de jazz más importante del último tiempo. Uno de asistentes aún tiene rabia con la pandemia. «Maldito virus que se llevó a pedazo de artista». El ranking y los entendidos en la materia aseguran que sería el mejor de la historia en su especialidad. Iba como avión cuando cayó gravemente en la clínica Las Condes producto de complicaciones del coronavirus.

«Estaba en uno de sus mejores momentos de su carrera. Iba a grabar un disco cuando cayó enfermo. Pero lo vamos a recompensar, desde este sábado comenzamos conciertos presenciales, donde lo vamos a incluir como si estuviera con nosotros», apuntó Rodrigo.
Este sábado comienza «Cutu 49», presentaciones en honor al cumpleaños número 49 de Cristian y que no a cumplir en julio pasado. «Es como que lo vamos festejar con él». Tocarán en Monte Grande, para después realizar show en Serena el 3 de noviembre, Coquimbo el 4 e Illapel el 5 del penúltimo mes del año.

Alejandra Alcayaga, «Leka», fue una gran amiga de Cristian. Le correspondió el honor de cantar en vivo para la decena de asistentes y claro, para su «regalón» en el cielo. Interpretó una de las canciones favoritas de Cutu.

«Lo conocí chiquito mientras partía con su trompeta. Te podía contar miles de vivencias juntos cuando íbamos a tocar los fines de semana, pero tengo tanta emoción que aun pienso que esto es mentira. Era sensible, bonachón, y muy especial. Enamorado de la música y de la vida. Simplemente un loco lindo».

La cantante local recuerda con nostalgia como Cristian actuaba en distintas circunstancias. «Uno estaba cantando con los ojos cerrados y te saluda de beso en la frente. Era pura piel ese hombre, puro amor», cerró la músico.

Pasada las 14 horas llegaría el momento más esperado. Quizás, también el más triste de todos. Y es que los botes de la caleta de pescadores llegaban hasta la orilla para buscar las cenizas del fallecido. Entre música de cumbia y abrazos, los hermanos transportaron todos unidos la ánfora con las cenizas de su ser querido. Deseo que profundamente pidiera Cristian Cuturrufo antes de fallecer.

Así, familiares se subieron a tres embarcaciones y se dirigieron mar adentro en la playa Changa para esparcir los restos del más grande trompetista de jazz de todos los tiempos.

«Una parte del ciclo se cierra, pero a la vez, hoy le damos la bienvenida al guatón a nuestro paraíso, a esta playa hermosa que nos cobijó de niños y que hoy te guardará por siempre», cerró el hermano mayor de los Cuturrufo.

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