Mal les resultó el plan a los cinco antisociales que este lunes, vestidos con overol blanco y pasamontañas, robaron un servicentro en la comuna de Ovalle, además de esconderse en algunas casas en su escape e incendiar un vehículo para no dejar huellas.
Mal, porque tras huir con el dinero robado, 23 millones de pesos, fueron detenidos por Carabineros en un procedimiento que incluso derivó en balazos.
Y peor aún les fue, porque este martes temprano, en el Juzgado de Garantía de Ovalle, todos los detenidos quedaron en prisión preventiva por considerar el tribunal que su libertad es un peligro para la seguridad de la sociedad. El juez dio 45 días para la investigación.
Al resolver la privación de libertad de los imputados, el magistrado consideró que «la pena que arriesgarían en principio los imputados en esta etapa procesal debiese ser una pena importante, sobre cinco años un día, y si se suma la pena de receptación, hablamos como mínimo de seis o siete años.
De acuerdo con la formalización, los imputados estaban provistos de overoles blancos, y el vehículo en que se movilizaba la víctima para ir a depositar el dinero de la recaudación, una camioneta Ford, fue abordada por los sujetos, quienes amenazarían al afectado. Al menos dos de los individuos dispararon armas de fuego.
Según el relato, los detenidos abordaron otro vehículo, station wagon, ya sin los overoles, pero fueron seguidos por Carabineros y por un drone que los vigilaba.
En calle Francisco de Miranda descendieron del vehículo y algunos intentaron ingresar a domicilios de terceros para resguardarse de la acción policial, pero fueron finalmente detenidos.
En la audiencia judicial, la Fiscalía, representada por la abogada Josefa Pinto, solicitó la prisión preventiva.
«Los imputados no podían no conocer el origen ilícito del vehículo en que se movilizaban», dijo. Sobre otros criterios para fijar la prisión preventiva, resumió «el número de delitos formalizados, la pena asignada a los mismos, entender que la víctima es abordada por cinco sujetos…».
