Junto a la seremi de la Mujer y la Corporación Cuento Contigo, madres de la
comuna se reunieron para contar sus experiencias de vida. Para ellas lo
fundamental es que los casos no se cierren y que «la Fiscalía pueda agilizarlos para que se haga justicia», relatan.
En medio de la conmoción aún por la muerte de la joven Anais Godoy en Vicuña, luego que se quitara la vida después de haber sido abusada en 2018 por un sujeto que hoy cum-
ple condena en Huachalalume por otra causa, varias mujeres, en su mayoría
madres, realizaron el día de ayer un desesperado pedido de auxilio a la
Justicia.
Una de ellas fue María Ignacia, que en el mes de abril se enteró que su hijo, hoy de 27 años, había sido abusado cuando era menor de edad.
Dolida buscó ayuda, esperando que su caso no quede estancado en una burocracia de papeleos, y que no se cierre como ocurrió con el de Anais y el de muchas otras víctimas.
«Uno se desorienta en estas cosas, no sabe cómo enfocarlo y enfrentarlo, entonces se necesita mucho apoyo. Así que me contacté con la agrupación ‘Cuento Contigo’ y hoy
(ayer) tuvimos la primera reunión acá en Vicuña, donde pudimos plantear
las dudas que tenemos, la necesidad de contar nuestras experiencias de vida», señala.
Debido al alto número de casos de abusos que han aparecido en la comuna, es que la seremi de la Mujer y la Equidad de Género, Ivón Guerra, llegó para escuchar a estas mujeres, que ayer por vez primera tuvieron la valentía de contar lo que han vivido.
«A raíz de la invitación de la Corporación Cuento Contigo, que trabaja buscando apoyo a las víctimas de delitos sexuales y por los derechos de las mujeres, me reuní con distintas mujeres denunciantes de violencia intrafamiliar y de delitos de carácter sexual, que son denuncias graves y que se deben investigar. Por lo mismo que como seremi solicité antece-
dentes formales a las familias para enviar un oficio a Fiscalía y analizar en qué están estas causas».
Kimbelen Figueroa, representante y psicopedagoga de la Corporación Cuento Contigo, manifestó que a estas mujeres se les entregó asesoría, e invita «a que las personas puedan entregar su declaración de manera legal, usando los protocolos corres-
pondientes para la activación de esta red y que podamos concretar y visibilizar las herramientas de protección».
Explica que «es importante que los relatos que salgan a la luz pública
sean con nombre y con denuncias en fiscalía, para que puedan conocerse mediante los diarios oficiales, que tienen la misión de recabar todos los antecedentes para sacar una información oficial. Por eso hacemos el llamado a que todos los casos puedan hacerse a la seremía de La Mujer y a nuestra corporación, para poder recabar los antecedentes y no generar una situación errónea que pueda perjudicar a un inocente».
¡NO SOY LA ÚNICA!
Fue una reunión productiva, donde todas quedaron más tranquilas. Y donde todas coincidieron en que «sentimos el apoyo de las autoridades que ahora están en esto, tratando de que no solamente se haga público, sino que sea una voz que se escuche, porque han salido muchos casos de abusos en Vicuña que uno queda sorprendida. En realidad ¡no soy la única!», reconoce María.
En lo personal, esta madre precisa que había denunciado el caso de su hijo un mes antes de lo ocurrido con Anais, y que desde la PDI le señalaron que independiente de los años «ahora las causas no prescriben, sino que se investigan. Pero como familia
queremos que se agilice y que esto no sea una situación tan traumática y larga debido al dolor que sentimos».
Por eso, Anais abrió un puente que hoy estas madres intentan cruzar llegar, claro, «porque la gente comenzó a hablar, a contar su verdad, y es una cosa impresionante ver en las
redes sociales y sentir el dolor de las niñas cómo relatan lo que les pasó.
Uno queda sorprendida y preocupada».
La de ayer fue la primera de varias reuniones que esperan tener, «porque lo importante es que todas estas dudas se puedan aclarar con las entidades que corresponden. Creo
que si no hubiese pasado esto de Anais, seguramente los casos hubiesen seguido guardados, en silencio, y el dolor estaría dentro por mucho tiempo. Pero, ¿por qué deben pasar estas cosas para que exista una alerta?…».
Nadie lo hará por ti
Francisca fue otra de las mujeres que estuvo en la reunión. Ella teme por la seguridad suya y de su hija, desde que se separó de su pareja hace tres años.
Desde entonces las amenazas y el acoso han sido una constante, «y eso me tiene preocupada. Esta persona es el padrastro, pues tuvimos una relación de aproximadamente un año, pero todavía continúan los acosos.
Estuvo con orden de alejamiento y con firma mensual en gendarmería hasta
febrero de este año, pero ahora estoy desprotegida y sin saber qué hacer».
Cuenta que en marzo hizo la denuncia por acoso en Carabineros, y que ésta pasó a la Fiscalía, «pero hasta el día de hoy no he tenido una respuesta. Estoy en el aire, no sé qué pasó y lo que pueda pasar».
Por eso pidió colaboración a la Corporación «Cuento Contigo», porque tiene temor, «y ya no podemos hacer una vida tranquila. Esta persona siempre me amenazó, de que si yo tenía otra pareja lo iba a matar, entonces es vivir con temor. Si uno se pone a pensar, hay muchas cosas que se pueden prevenir, pero no sé lo que pueda llegar a hacer, y por eso quiero ver la posibilidad de poner una denuncia, una constancia, y ojalá una orden de alejamiento. En este tipo de situaciones la gente, por temor y vergüenza, no habla. Pero si no eres capaz de hacerlo, nadie lo hará por ti».