Ana María Arancibia ha encabezado los reclamos y admite que con esta acción seguramente no se van a terminar los accidentes, «debido a que es mucha la imprudencia y la irresponsabilidad, pero claro que ayudará…».
Si bien los accidentes no han parado en la ruta 41 -el último y fatal ocurrió el viernes 27 de octubre en el kilómetro 16-, lo que marcó un antes y un después en los poblados aledaños fue el trágico desenlace del 3 de septiembre.
Un atropello múltiple terminó con la vida de un transeúnte y la desesperación de las comunidades, que en varias ocasiones se han manifestado ante la poca seguridad vial.
La presidenta de la agrupación Lomas de Monardez, Ana María Arancibia, ha sido una de las que ha encabezado los reclamos y una lucha constante junto a otros dirigentes, «así que esta vez me toca agradecer, porque he sido una de las personas que critiqué la falta de humanidad para dar soluciones a los más de 30 años de abandono de la Ruta 41», señaló.
Esto, porque la semana pasada el seremi de Obras Públicas, Javier Sandoval, anunció que buscará reforzar la seguridad vial en la Ruta D-41, que une La Serena y Vicuña, mientras avanza la licitación del proyecto de doble vía.
Dice la dirigenta y también vocera, que hoy le toca agradecer, porque «me doy cuenta que la muerte de Roberto Sepúlveda, la persona que atropellaron el 3 de septiembre, no fue en vano. Pese a que todavía no se encuentra a los responsables -no hay luminarias y por ende no se veían bien las grabaciones de las cámaras- digo que esta muerte ya no fue en vano e hizo que gatillara y removiera el corazón de las autoridades para comenzar a entregar soluciones que se venían prometiendo hace tanto tiempo. Esta es la mejor forma de finalizar el año».
Tranquilidad
Para la dirigenta vecinal, estos son anuncios que cuando se concreten, «será mucho más grande la tranquilidad y la felicidad» para quienes habitan el sector rural en torno a la Ruta 41.
Admite que «seguramente no se van a terminar los accidentes, porque es mucha la imprudencia y la irresponsabilidad en la educación vial, pero claro que ayudará».
De acuerdo a lo señalado por el MOP, lo que se va a intervenir es un tramo no mayor a cien metros, donde está la salida sur de Bellavista y Lomas de Monardez, y por el norte, Lomas de Inca y Condominio Vista Elqui. Toda esa franja se va a intervenir con cinco pistas, más una de desaceleración para Lomas de Monardez.
Además, serán cuatro cruces -de 11 en total- en los sectores de Bellavista, Quilacán, Lomas de Monardez y Ceres, con un presupuesto de 1.500 millones de pesos para esta etapa. Dentro de las obras a realizarse, se contempla la construcción de un cuello asfáltico para mejorar el acceso al sector.
«Entendiendo la premura y la problemática en estos cruces, que es diaria, quisimos adelantar trabajos en el sector, particularmente en Lomas de Monardez, con obras de seguridad vial que contemplarían pistas de desaceleración, señalización y probablemente iluminación. Todo esto para brindar seguridad y eliminar o disminuir al máximo posible las posibilidades de accidente. Esto queremos licitarlo a fines de este año», indicó el seremi Javier Sandoval.
La solución
Estas demandas -y otras- fueron presentadas por los dirigentes en una reunión en la que estuvo presente el entonces delegado Rubén Quezada, el diputado Ricardo Cifuentes, el Core Lombardo Toledo y el seremi de la cartera.
Sin embargo, para Ana María «todo comienza en Lomas de Monardez por la brutalidad de los accidentes y que siguen ocurriendo. Tenemos siete animitas que ese día le pude mostrar al seremi, y no sé si los demás cruces tienen tantas, pero acá es mucho. También está la situación de los caminos interiores que no quieren ser reconocidos como primera inscripción fiscal, como bien nacional de uso público, y el hecho de que no contemos con agua potable y tampoco con alcantarillado, lo que se agudiza con la sequía. Pero en cuanto a la Ruta 41 y el ingreso a nuestras localidades, esto sería prácticamente la gran solución y es lo que estábamos esperando».
