Fue en septiembre de 2020 cuando el sujeto atacó a dos mujeres en Coquimbo, ocupando el mismo patrón de un año antes en La Serena: a plena luz del día y en lugares públicos. Este 19 se realizará la audiencia de preparación del juicio oral.
Fue en 2019 cuando sembró el terror atacando a sus víctimas en la comuna de La Serena. Los sectores fueron El Milagro, Serena Oriente y San Joaquín. Con su detención fue bautizado como el «Psicópata de El Milagro».
El sujeto, mayor de edad, fue condenado por el Tribunal de Garantía de La Serena por los delitos de abuso por sorpresa, en un procedimiento abreviado -no llegó la causa a juicio oral- quedando con una sanción de libertad vigilada intensiva.
«Este caso fue tomado por el Programa Apoyo a Víctimas de La Serena en 2019, por cinco casos de abuso sexual por sorpresa y uno por abuso sexual impropio. De esa causa derivó una condena de 541 días remitida en mayo de 2020», recuerda María José Duarte, abogada y querellante del Programa de Apoyo a Víctimas.
Sin embargo, esa pena fue incumplida. Porque al año siguiente, en septiembre, nuevamente atacó a dos mujeres. Esta vez en el sector de Peñuelas, en Coquimbo, el mismo día y con pocas horas de diferencia.
Desde entonces, «esta persona se encuentra en prisión preventiva por reincidencia, lo que se descontará de la pena que salga del juicio del 19 de este mes -casos de Peñuela-, que es la audiencia de preparación del juicio oral», agrega.
Buscar reparación
Las víctimas actualmente están siendo atendidas por el programa y «están súper motivadas en el sentido de seguir el juicio hasta el final», pero sienten rabia e impotencia, «dado que este tipo, mientras cumplía condena -medida de vigilancia en su casa- e incluso incumpliendo la normativa sanitaria, pues el 15 de septiembre de 2020 estábamos en cuarentena, comete dos abusos sexuales más, el primero a las 3 de la tarde y el otro una media hora después».
Detalla la profesional que la forma de operar de este sujeto «era perseguir a las mujeres y rondar el sector en un auto de color rojo, luego estacionaba, se bajaba y procedía a realizarles tocaciones para posteriormente arrancar. Esa es la figura del abuso sexual por sorpresa, pero vemos que puede ser preocupante, porque en el segundo caso de Peñuelas esta persona no se conformó solamente con bajar del auto y tocar a la niña, sino que la tiró al suelo para seguir cometiendo su delito».
La intención de la abogada es ir a juicio oral y no participar de un procedimiento abreviado, donde se llegue a un acuerdo de pena, que por ejemplo pueden ser tres años.
«En el fondo, queremos buscar reparación de las víctimas y prevenir futuros delitos. Ya tenemos siete casos por abuso sexual por sorpresa y no queremos que esta persona los vuelva a cometer».
Respecto a las penas, la jurista advierte que «como querellantes estamos pidiendo que le den el máximo, ya que -en este caso- son dos delitos de abuso sexual. No nos conformamos con menos, porque vemos que el tipo no escarmienta en cuanto a seguir cometiendo el mismo delito, aun estando cumpliendo condena. A nuestro gusto, esto puede ir en escalada y es totalmente preocupante. Entonces, si le dan cinco años ya le van a descontar dos, o uno y medio, y volverá en el corto tiempo a salir a la calle nuevamente…».
Es más. Afirma que «no queremos que de ninguna manera esta causa llegue a quedar impune, por cuanto este sujeto es un peligro público. Queremos entregarle seguridad a las mujeres, que puedan caminar tranquilas por las calles…».
Mientras las víctimas esperan el juicio del miércoles 19, «comprenden muy bien que es un asunto que va más allá de lo que les sucedió a ellas, toda vez que creen que existen varias probabilidades -si es que sale- de que pueda volver a cometerlo con otras personas».
Como Programa Apoyo a Víctima «tenemos que apoyarlas ciento por ciento. Además, nosotras transitamos en relación a lo que las víctimas decidan; y si no quieren asistir a un juicio abreviado y quieren llevar una causa a juicio oral y las condiciones se dan para eso, nosotros las apoyaremos».