Este sábado 01 de agosto, comienza la veda de la merluza austral, uno de los recursos pesqueros más cotizados de nuestro mar. Tanto así que se exporta a más de veinte países, el principal España. Pero la gran demanda provoca un problema: la sobreexplotación del recurso. Es decir, la merluza austral se encuentra en peligro de colapso y agotamiento, con las consecuencias que eso implica para los miles de familias que viven de su extracción. Por este motivo y para proteger la especie, cada año se decreta una veda biológica de un mes, entre el primero y el 31 de agosto. La veda biológica prohíbe la extracción desde la región de Los Lagos hasta Magallanes y Antártica Chilena, como también la comercialización y procesamiento del recurso fresco capturado en dicha área durante este período, restricción que aplica, en todo el territorio nacional. Lo anterior a objeto de protegerlo durante su período de reproducción, principalmente en la etapa de desove.
Más de 3 mil 500 pescadores -300 de ellos mujeres- están inscritos en el Registro Pesquero Artesanal para extraer merluza austral, también conocida como merluza del sur. Esos pescadores están ubicados principalmente en las regiones de Los Lagos, Aysén y Magallanes, y con sus embarcaciones – la mayoría de menos de doce metros de largo- tienen asignado el 60% de la cuota de pesca para este recurso. El Servicio Nacional de Pesca y Acuicultura refuerza su apoyo a aquellos pescadores artesanales que trabajan comprometidos con la sustentabilidad, cuidando de los recursos para mantener su trabajo hoy y mañana. Por lo tanto, invitamos a la ciudadanía a consumir pescados y mariscos extraídos en sus localidades, comprándolos en lo posible a pescadores artesanales. Así podemos contribuir a cuidar su fuente laboral y su economía en estos difíciles tiempos de pandemia.
La merluza austral es apreciada por su sabor, textura y valor nutritivo, con mínimo aporte de grasas. Durante el año 2019, 11 mil toneladas de productos derivados de la merluza del sur, en formato congelado y fresco refrigerado, se enviaron a países como España, Polonia, Portugal, Brasil y Estados Unidos. A junio de este año se ha desembarcado un total de 7.346 toneladas extraídas por 13 naves industriales (4.945 tons.) Y 806 embarcaciones artesanales (2.401 tons.)
La mayor parte de esos recursos llegan a 38 plantas de proceso, ubicadas principalmente en la región de Los Lagos y Aysén, que en conjunto emplean a 1.954 personas en forma directa (1.029 mujeres y 925 hombres). En general, las exportaciones de merluza austral han estado bajas este año, como consecuencia de la pandemia. Pero paradojalmente, los meses de abril y junio superaron a los del año pasado, con 705 y 774 toneladas, respectivamente.
Durante el año 2019, los puertos con mayor embarque de merluza austral de nuestro país, fueron: Aysén, con 4.990 toneladas, Magallanes, con 2.674, Región Metropolitana (Aeropuerto), con 1.516, y Biobío con 650. Valparaíso y Tarapacá embarcaron cifras menores. Este año, los mayores embarques han salido de Aysén, con 1.437 toneladas, y Biobío, con 1.008.
En Chile queda aproximadamente un tercio del producto, que en una primera transacción se vende desde 1.200 a 1.800 pesos por kilo, y en ferias puede costar más de 3 mil pesos. Esto convierte a la merluza austral en un producto atractivo para la comercialización ilegal, una de las causas de la sobreexplotación del recurso. El interés y compromiso de Sernapesca con la ciudadanía, es cuidar los recursos pesqueros para asegurar el abastecimiento de alimentos a la población y, además, resguardar la seguridad alimentaria, ya que la venta de pesca ilegal no da garantías de calidad a los consumidores.
Con el objetivo de evitar la sobreexplotación de esta y otras especies, el Servicio Nacional de Pesca y Acuicultura ha implementado una serie de recursos tecnológicos para focalizar la fiscalización en aquellos lugares y zonas donde es más probable que se estén cometiendo irregularidades. Todo esto para garantizar que no se extraiga más recurso que el asignado, que el pescador reciba lo justo por su trabajo y –sobre todo- asegurar el abastecimiento de alimentos a la población, resguardando la seguridad alimentaria.
Parte importante de ese cuidado tiene que ver con las vedas, de modo que no se explote el recurso en el momento en que se está reproduciendo. Sólo así es posible proteger la riqueza de nuestro mar para las futuras generaciones.
Es importante recalcar que la veda se refiere a la extracción de merluza austral, y no a su consumo. Tal como ocurre con otras especies, el producto se puede seguir comercializando si fue capturado antes de la veda. Es decir, es posible vender y comprar merluza austral congelada, cuyo origen legal ha sido acreditado por el Servicio Nacional de Pesca y Acuicultura. Del mismo modo, existe un plazo limitado para el desembarque de las naves que se encuentren en faenas de pesca sobre esta especie antes del inicio de la veda, el que dependerá de la realidad local de las flotas comprometidas en dicha actividad.
El Rol de la ciudadanía
Cualquier persona puede aportar a cuidar este recurso reguardando su veda, siguiendo estos simples consejos:
- No adquirir pesca ilegal, comprando solo en lugares establecidos.
- Denunciar la extracción y venta de recursos en veda o de especies protegidas.
- No consumir merluza austral fresca, privilegiando el consumo de otros pescados y mariscos extraídos en sus localidades.
- Informarse y respetar los períodos de veda y otras medidas de protección, como las tallas mínimas.–
Para denuncias, la ciudadanía puede llamar a la línea 800 320 032 del Sernapesca o entregar información a través de las redes sociales de Facebook, Instagram y Twitter.