A los 63 años falleció Ricardo Ángel Núñez Díaz, conocido por los coquimbanos como el «Ricky» y por ser uno de los fundadores de la banda de cumbia porteña Los Viking’s 5. Deceso presuntamente por un ataque epiléptico, pues el artista venía sufriendo de esta y otras enfermedades tras un grave accidente que tuvo en 2016. Sus funerales se realizarán este viernes a las 15 horas en el Parque La Foresta.
El que bien conoce la cumbia de los Viking’s, sabe que Ricky es el autor de las canciones románticas. Además de su rol como segunda voz, se hizo conocido por ser el animador de la banda.
«El que decía las manos arribas, que siga la fiesta, que pase la gente, un saludo a la mesa número dos directamente desde El Palqui, ese era el Ricky, uno de los fundadores del grupo y mejores motivadores de la escena. En esos tiempos era un locura, un gran hombre que se quedó en los corazones de todos los habitantes de esta comuna», dice Pedro Barraza, histórico integrante de la agrupación.
Criado en el barrio Baquedano, como todos los Núñez, en la población Gabriela Mistral y Villa Dominante, un grupo de jóvenes armaron la orquesta. En la batería Juan Núñez, en la guitarra Guillermo Montero, en la segunda guitarra Eduardo Aranda, en el bajo Mario García y cantando el Chagua Núñez.
«En muchas ocasiones Ricardo animaba donde no había por donde en San Felipe, también recuerdo una vez que fuimos a tocar a Carretones, un pueblo al interior de Monte Patria donde había poquita gente, y mi compadre, levantando al público como ninguno, se la jugaba con todo, 100% profesional».
Dicen que la frase de animador: «Esto comienza señores», se la escucharon a Núñez Díaz por primera vez.
En la sede de los artesanos de calle Aldunate, fue velado por su familia y amigos cercanos. Paradas, mirándolo, dos de sus hijas, Stephanie y Carol, quienes lo recuerdan con nostalgia.
«Un padre sobreprotector con nosotras, nunca nos faltó cariño y menos tuvimos carencias, se encargaba de todo, de que nunca nos falte nada», dice Stephanie.
HIJAS ORGULLOSAS
Y se les inflaba el pecho a ambas en el colegio cuando hablaban de su padre. En cuanto festival había en la escuela, Ricky se las arreglaba no solo para ganar, sino que para robarse la película de todo el acto.
«Nos molestaban con cumbia (ríe) éramos las hijas del viking, así éramos conocidas. El bullying era cantarnos los temas de Coquimbo soy, y hasta los profes se prestaban, pero nada, buena onda, nosotras lo tomábamos con mucho orgullo de tener un padre cantante que hacía vibrar a la comuna», agrega Carol.
Criados en el barrio Baquedano, como todos los Núñez. Su vida fue la música, con la que conoció hasta Europa. Tiene la chapa de ser el creador de los todos los hit románticos de Los Viking’s 5.
«A pesar de no haber estudiado, era muy sabio mi padre, demasiado inteligente, porque trataba de informarse. De hecho cantaba en inglés en sus ratos libres», dice Carol.
El mundo de los muebles fue otra fuente de trabajo para este hombre. Ricardo es hermano menor del «Chagua», y muchos decían que sería su sucesor innato en la banda. Pero las vueltas de la vida hicieron que este hombre se alejara de la música. Su adicción al alcohol, por el cual casi pierde la vida en un accidente en La Cantera, le jugó una mala pasada. Sin embargo su salida del grupo no será tema en esta crónica, solo el recuerdo de su círculo cercano.
«Recuerdo cuando nos llevaba a playa Changa y nos mantenía en el hombro. Era un amor súper fuerte con mi padre, yo me sentía segura, jamás pensaba que algo me pasaría estando con él, me llevo los mejores recuerdos de un hombre que es querido en su comuna, un hombre popular que fue muy bueno con los suyos», cierra Stephanie.