Tras salir del gobierno anterior de una «manera forzosa», se dedicó por completo a su familia y a su profesión de arquitecto. De hecho, hoy se encuentra restaurando una casa patronal de 1840
Pablo Herman dice haber dado vuelta la página desde que salió de una «manera forzosa» del cargo de delegado Presidencial. Aunque fueron días complejos, el mejor refugio fue su familia. Desde entonces está dedicado a ellos y a retomar sus «temas privados», pues en su labor de arquitecto está desarrollando trabajos «en el área de la creación, que es lo que me gusta bastante».
Pablo Herman responde a través del teléfono. Y alza la voz para tapar los ruidos que se escuchan. Claro, ya que se encuentra trabajando en la restauración de casas patrimoniales, «pues trabajo mucho el barro y ahora me encuentro restaurando una casa patronal de 1840 en el sector de Algarrobito».
Y le fascina lo que hace, porque «es mi profesión, me titulé como arquitecto y siempre me ha gustado el tema de la restauración y sobre todo el patrimonio, que fue justo el motivo por el que llegué a esta región en 2010 a cargo de la ruta patrimonial Gabriela Mistral. Por lo tanto, siempre he estado ligado al patrimonio y al trabajo del adobe».
Velocidad
en la gestión
Aunque hoy está dedicado a algo muy diferente, tampoco se desentiende de lo que pasa en la política. Mucho menos en la región.
«Quienes fuimos servidores públicos siempre estaremos ligados a las personas, y en ese mismo sentido la situación país está complicada, puesto que estamos viendo un tema de seguridad que de alguna manera hay que abordarlo mejor y, por otra parte, y que es parte de todo nuevo Gobierno, tiene que ver con la lentitud en el tema de la instalación y gestión de proyectos».
En ese sentido lamenta la situación que hubo la semana pasada entre la gobernadora Krist Naranjo y el delegado presidencial Rubén Quezada, «donde se discutieron temas del 5% de sequía y en que finalmente todos esos enredos enlodan la gestión del gobierno y no llegan a solucionar la problemática de los vecinos. Pero, sin embargo, más que criticar lo que está ocurriendo, quizás lo que uno puede dar son sugerencias, como la velocidad en la gestión e instalación, y de esa manera no perder los recursos».
Y agrega: «Hoy no hay licitaciones públicas, el MOP en la región no le está dando la fluidez para que los contratistas puedan seguir trabajando y, de esa manera, contratando mano de obra. Por lo mismo, creo que eso es parte esencial de lo que tiene que trabajar este gobierno».
Herman fue seremi del MOP, intendente y un tiempo delegado presidencial. Entiende muy bien el trabajo que en este tiempo ha desarrollado la gobernadora y, por eso, cree que «ha faltado humildad y aprendizaje».
Si bien asegura que nadie nace aprendiendo y siendo gobernador, «sino que se aprende en el camino y escuchando», entiende que de todas maneras «ha faltado una menor definición de roles. Recordemos que el Presidente Boric apoyó a la gobernadora, y debiese existir una mejor comunicación con el Ejecutivo, toda vez que cuando estábamos gobernando y ella asumió hubo un cierto distanciamiento que nos generó un problema al interior de la delegación y con los consejeros regionales».
En esa misma línea, comenta que en su minuto pensó que tenía que ver con temas de diferencias políticas, «pero finalmente tiene relación con tener un poco más de humildad y escuchar más, creo que va por ahí. Ahora la gobernadora está muy debilitada y eso genera un aprovechamiento político, entonces es más fácil pegarle a alguien que está en el suelo».
¿Volverá a la política?
«Hoy es un buen momento para estar afuera, porque precisamente está comenzando un nuevo gobierno y las aguas están bastante movidas, pero evidentemente alguien que siempre ha estado con la posibilidad de apoyar y ayudar, y si se le da un empujón y un apoyo, claro que puede seguir ayudando. Todavía falta que corra mucha agua y no hay que adelantarse a nada, pero trabajar en el servicio público claramente permite ayudar más a los vecinos».
¿Al salir del gobierno anterior quedó con una deuda pendiente?
«Evidentemente, puesto que en materia de obras públicas estas son bastante lentas desde el diseño a la ejecución, y en ese sentido me hubiese gustado generar mayor continuidad y aceleración a lo que son los hospitales, como el de Illapel, por ejemplo. Por otra parte, poder concretar las mejoras de la ruta 41 que son parte, y creo un tema emblemático, en mi gestión. Y haber abordado la ruta 41 no a través de una autopista, sino que del mejoramiento de los caminos laterales y cruces».
¿Está claro en su decisión para el plebiscito del 4 de septiembre?
«La verdad es que la decisión la voy a tomar
cuando termine de leer el borrador, debido a que evidentemente uno debe ser responsable en ese sentido, y mientras no lo lea creo que sería súper desafortunado entregar una opinión».