Una rápida visita inspectiva a la obra de calle Balmaceda realizaron consejeros de la Comisión de Deportes del CORE, y el alcalde de La Serena para conocer las razones del aumento de costo en la obra.
V.H. Villagrán
Sergio Llanos, Federico Arcos y René Olivarez junto al alcalde Roberto Jacob visitaron estas obras que llevan un 45% de avance y en la que ya se está preparando la superficie central para instalar el pasto de la cancha.
El objetivo fue conocer en terreno las razones que justifican el aumento en más de $1.100 millones de pesos en la obra y que hoy buscan el financiamiento restante luego que el IND ya comprometiera 549 millones de ese total. “El argumento es poderoso, ya que el aumento presupuestario es por la nueva norma antisísmica que comenzó a tener vigencia en abril de este año y por la cual el inspector técnico exigió cumplir con esos estándares, aumentando el grosor de los fierros y el espesor del hormigón, entre otros aspectos”, señaló el alcalde Roberto Jacob.
Si bien tanto el alcalde como los consejeros coincidieron en que la totalidad de los recursos deberían provenir del Instituto Nacional del Deporte, ven con buenos ojos la posibilidad de aprobar estos fondos desde el FNDR, esto, aunque todavía no existe ninguna solicitud formal al respecto, que debería ser presentada por el intendente a través del IND en los próximos días para poder aprobar en la sesión del 4 y 5 de febrero próximo.
El alcalde además aclaró que el estadio tiene todo el resto del financiamiento aprobado, tanto para la infraestructura como para las terminaciones finas e implementación, tales como butacas, pasto, pista atlética y pantallas, entre otros aspectos, por lo cual no sería necesario pedir más dineros suplementarios.
Por su parte, el consejero Sergio Llanos, presidente de la Comisión de Deportes, señaló que están con buena voluntad para aprobar los fondos “aunque falta la petición formal, creo que podemos hacer un último esfuerzo entendiendo que es una obra regional”.
Butacas “granates”
El estadio muestra ya su forma final, incluyendo la superficie central que está siendo emparejada para instalar el pasto y también los primeros espacios para instalación de las butacas en las zonas inferiores. Al respecto, hubo un requerimiento especial, que fue eliminar el color naranjo de los asientos y dejar sólo los de color rojo y blanco. “De amarillo y negro ni hablar”, dijo uno de los consejeros, en broma.