En medio de la polémica realidad que afecta a la «falange» y que quedó de manifiesto en nota presentada ayer en La Región, representantes del PPD y expertos en materia política abordaron las causas de por qué tiendas con historia no están logrando buenos resultados electorales y ponen en riesgo su continuidad en el tiempo. También propusieron ideas para hacer frente a esta realidad.
En la edición del martes de diario La Región, señalamos a raíz de un reportaje de La Tercera que el presidente nacional de la DC, Alberto Undurraga, propuso al Consejo Nacional del partido «vender todas las propiedades» para cubrir una deuda del conglomerado cercana a $896 millones y que considera a 15 acreedores.
Por otro lado, se destacó que Undurraga señalara ante sus pares que «por la cantidad de votos obtenidos, no se reembolsará monto alguno», ya que la DC en los últimos comicios – para llegar al Consejo Constitucional- apenas obtuvo el 3,78% de las preferencias.
Este un botón no sólo de la crisis al interior de la falange, sino de otros partidos denominados «tradicionales» como el PPD y el Partido Radical, que en el mismo proceso eleccionario, alcanzaron un 3,59% y un 1,58% de las preferencias, marcando un llamado de atención para tiendas que fueron claves, sobre todo durante la época de la Concertación.
¿POR QUÉ SUCEDE?
Lo consultamos con entendidos en la materia, que hicieron un profundo análisis. Manuel Escobar, académico de la UCN, aseguró que «la Democracia Cristiana viene en una crisis interna hace bastante tiempo, la que partió fundamentalmente durante el Gobierno de Bachelet 2, en el cual estaban muy incómodos sectores más hacia el centro, aunque habían otros más hacia la izquierda. Ese fue el inicio, pero creo que la crisis tiene que ver con situaciones de orden identitario, porque durante la Concertación se sentían muy cómodo en ese esquema de centro izquierda».
A su juicio, el problema es que el partido «no ha sido capaz de renovarse dentro de sus rostros más importantes y sus figuras clave han ido saliendo del partido. Por eso no han encontrado un proyecto o un programa, de la mano de un decaimiento sistemático de su electorado, porque se vació el centro político».
Según Escobar, esto se ve mucho más agudizado por una crisis «del centro», lo que de paso provoca dificultades en otros conglomerados, como el PPD o el Partido Radical. «Hay una atominzación del sistema político que hace muy difícil poder competir y generar acuerdos».
El cientista y también académico de la UCN, Luis Moncayo, argumentó que «hoy la democracia está pasando por un momento difícil en nuestro país, porque se le exige resolver los problemas de cualquier naturaleza. Lo que sucede con los partidos es parte de una crisis de nuestro sistema democrático. Así es como las instituciones políticas no tienen la capacidad de responder a los problemas de manera acertiva».
A juicio de Moncayo, «esto por supuesto se traduce en una crisis de los partidos políticos. Hay un deterioro de su militancia, una desaparición de visiones doctrinarias que permita tener visiones comunes. Los conglomerados se achican y sus militantes deciden renunciar. Es posible que muchas de estas tiendas en crisis no existan en cinco u ocho años más en nuestro país y van a surgir nuevos partidos políticos que los van a sustituir. Por eso no es raro que referentes importantes políticos busquen nuevas oportunidades, buscando salvarse de este tsunami que es la transición de una democracia en crisis a otra que tiende a ser menos representativa pero más participativa».
¿CÓMO HACERLE FRENTE?
Diario La Región conversó con el presidente regional del PPD, Felipe Barraza, quien recordó que en la región cuentan con una votación más alta que el promedio nacional, por sobre el 6%. «Aunque en las elecciones grandes no hemos tenido buenos resultados y no hemos conseguido candidatos, sí estamos sobre el 5%, base para mantenerse. De todas maneras, sabemos que eso no es suficiente y estamos trabajando para pasar este mal momento. Todos los partidos pasan por altibajos, y nosotros pese a todo nos consideranos un partido de futuro».
Barraza aseguró que «el PPD acaba de salir de una elección interna, con su nuevo presidente nacional Jaime Quintana. Nuestro partido va a seguir renovando sus ideas y sus vínculos con el Gobierno. Lo que puedo decir es que no ha muerto, que sigue en pie. El partido se sigue financiando desde nivel central, aunque muchas veces sucede, y producto de la burocracia existente, hay que decirlo, que en regiones debemos funcionar desde la autogestión».
El exdiputado por el Distrito 9 y que obtuvo una excelente votación en la reciente elección a consejeros constitucionales, Jorge Insunza, también se refirió al momento de su partido. «El PPD vivió un período de retrocesos, por divisiones o porque líderes muy relevantes en las comunas se retiraron. En la última elección logramos revertir ese proceso. Susana Collao y yo subimos la votación y mantuvimos el porcentaje de Adriana Muñoz en la última senatorial».
Para hacer frente a los momentos difíciles y mostrar mejores resultados, Insunza sostuvo que «la clave es recomponer la unidad interna, abrirnos a trabajar con independientes y retomar nuestra raigambre a través de dirigentes sociales de la región. Asimismo, lo hicimos reivindicando el carácter de la izquierda democrática y moderna que somos».
