Ayer el ministro de Educación, Nicolás Eyzaguirre, volvió a referirse a la reforma educacional, en el marco de un seminario para padres y apoderados de colegios católicos, quienes han mostrado su preocupación por la forma en que el proyecto podría afectar a dichos establecimientos.
En el encuentro, llamado “Reforma Educacional: Desafíos y oportunidades para la Educación Católica”, el jefe de la cartera recalcó que Chile tiene la educación más segregada de la OCDE, y que el sistema actual mide la situación económica de los padres y no las capacidades de los estudiantes.
“No hay ningún otro país OCDE donde la cuna determine tanto el rendimiento escolar como Chile. La reforma que estamos haciendo plantea que los niños no puedan ser seleccionados y discriminados por el lugar de origen ni por condición de pago”, dijo Eyzaguirre.
De acuerdo con un informe del Foro Económico Mundial, citado por el ministro, Chile se ubica en el lugar 107 de 148 naciones, en materia de calidad de la educación primaria.
“Vamos a aumentar sustancialmente el gasto en educación. Dos tercios en la parte básica y secundaria”, afirmó el titular, explicando que se pretende reemplazar hasta el máximo del copago en el tiempo.