Su hermano, Rodrigo, relata el difícil momento que viven tras encontrarlo el día viernes. Señala que todavía no pueden tener ni paz ni calma, ya que debido a que faltan exámenes en el SML, no han podido llevarlo a casa para velarlo y darle cristiana sepultura.
Pese a que el cuerpo de Franco Jure, joven serenense de 31 años, que estuvo 16 días desaparecido tras caer al mar en la playa de Chungungo Viejo, en La Higuera, fue encontrado el viernes, la familia todavía no siente la paz ni la calma que necesitan luego de tantos días de incertidumbre, debido a que no han podido llevarlo a casa, para despedirlo y darle una cristiana sepultura. Lo anterior, porque todavía estén pendientes algunos exámenes del Servicio Médico Legal, quienes aún tienen los restos de Jure.
Según indicaron desde el Ministerio Público, «aún están pendientes unos resultados de ADN al cuerpo encontrado, la Fiscalía informó la necesidad de establecer esa identidad. Una vez listos, los familiares podrán efectuar el retiro, sin necesidad de tener que acudir de nuevo a la Fiscalía».
Algo esperado
Si bien, al ser encontrado un día viernes, se preveía que no se efectuaran los peritajes de identificación y reconocimiento durante el fin de semana, por lo que se debería esperar más de lo habitual, los cercanos a Franco, siguen con ese dolor que los invadió durante la búsqueda. Y es que pese a que ya tienen conocimiento de dónde está, los invade «un sentimiento de ansiedad que no se puede explicar», según relata su hermano Rodrigo Cerda Vergara. «Estamos esperando y esperando. Nosotros ya fuimos a hacer el reconocimiento de las prendas y la vestimenta, pero falta ese examen, que de acuerdo a lo que nos dijeron podría demorar entre 2 a siete días. Eso nos tiene bastante mal», expresó el hermano de Franco, quien se encontraba con él el pasado 8 de febrero cuando el joven cayó al mar en medio del fuerte oleaje.
Todos mal
Cerda expresó que, dentro del núcleo familiar, todos están mal durante esta espera, ya que, si bien desde el Servicio Médico Legal les dijeron que estuvieran llamando para saber si podían retirar a Franco, ellos se han intentado comunicar en reiteradas oportunidades, pero nadie responde el teléfono. «Parece que ahí manejan descolgado el teléfono, porque llamamos y no pasa nada. Nos dieron otro anexo, y tampoco, entonces estamos igual con esa incertidumbre», cuenta Cerda, quien ayer, debido a los problemas de ansiedad que está experimentando, tuvo que acudir al Servicio de Urgencia del Hospital de La Serena. «Yo estoy así, imagínese la madre y los demás familiares, todos estamos mal, y lo único que queremos es por fin tener a Franco. Esperamos que todo se agilice».
