Se trata de 14 grupos familiares que decidieron quedarse en su barrio tras sufrir los embates de la naturaleza el 2015, quienes habitarán el Condominio Los Fundadores, una solución definitiva para los pobladores.
El 2015 marcó a muchas familias de la comuna de Coquimbo, sobre todo de los sectores emblemáticos, como el Barrio Baquedano, donde se registró la pérdida de decenas de viviendas, que quedaron inutilizables después del tsunami.
Desde ese entonces, el municipio de Coquimbo junto al Ministerio de Vivienda, Serviu (Servicio de Vivienda y Urbanismo) y las y los dirigentes del sector, iniciaron un trabajo de reconstrucción de viviendas para devolver la tranquilidad y la calidad de vida a las familias.
En ese contexto, 14 familias del sector recibieron los subsidios de sus nuevas viviendas, que estarán emplazadas en Baquedano, en el Condominio Los Fundadores, compuesto por 239 departamentos, donde el 20% son para familias vulnerables, 165 para sectores medios y uno para familia con movilidad reducida.
Se trata de viviendas de alto estándar que, además de entregar una solución a las y los pobladores, vienen a dinamizar el sector Baquedano, con locomoción a la puerta, comercio cercano, servicios y a pasos del centro de la ciudad.
Fabiola Caimanque Araya fue una de las beneficiarias. Tras la ceremonia afirmó estar «feliz, emocionada, tuve mucha paciencia, mucha fe en Dios y lo logré, estoy muy contenta, es una nueva etapa de mi vida, doy gracias a todos».
En la misma línea, Pía Pastén expresó sentirse «muy emocionada de haber podido concretar esto, la espera fue larga y ahora feliz, muy emocionada de este nuevo comienzo por todas las personas que formamos parte de quienes recibimos los subsidios, y a nivel personal con mi hija también es un nuevo comienzo. Decidimos quedarnos acá porque tenemos muchos familiares en Baquedano, nosotros nos criamos en este sector, es accesible, hay buena locomoción y conectividad».
Otro de los beneficiarios fue Ricardo Vargas, vecino de Baquedano, quien sostuvo que recibir el subsidio «es algo reconfortante, es una espera muy larga, pero bueno, ahora la satisfacción que se siente es indescriptible, ustedes entenderán que para uno el obtener una vivienda definitiva es lo máximo a lo que se puede aspirar en materia de realización. Igual no ha sido un camino fácil, ha sido complicado y largo, pero por fin ya estamos viendo los frutos de esa espera».