Durante toda esta semana hemos informado sobre extraños fenómenos ocurridos en el Hospital San Pablo de Coquimbo. Pero también existen otros lugares de la zona en los que se registran situaciones paranormales. Es el caso del emblemático Teatro Centenario, ubicado a un costado de la Plaza de Armas de La Serena.
El edificio actual habría sido inaugurado el año 1945, según se desprende de los planos del arquitecto Andrés Murillo.
«Antes de esta sala así como está, estaba el Cine Centenario…que tenía como una cúpula, muy diferente a lo que hay ahora, y que funcionaba antes del 45 como centro de eventos y como sala de cine. Estaba revestido con paredes acolchadas con tela de cáñamo y waipe. Siempre fue un centro de congregación de sociedad de La Serena. Este teatro estuvo como 10 años cerrado, y cuando lo arrendé al arzobispado, nos pasan la llave e ingresamos con el equipo de fumigación. En la sala principal lo primero que encontramos fue una nube blanca alargada, flotando y se movía en medio de la sala. Yo soy una persona que no le tiene miedo a ese tipo de cosas, pero sí fue impactante», contó Rodrigo Cuturrufo, músico y administrador del recinto.
Durante el proceso de restauración del recinto ocurrieron otros extraños fenómenos.
«Se producían muchos portazos, como teníamos la puerta abierta decíamos que se trataba de corrientes de aire, pero de pronto dudábamos. Después comenzó a funcionar y hasta la semana pasada, de repente está todo cerrado y se escuchan los portazos y se cierran los pestillos….pero hay sectores como por ejemplo los camarines donde no hay corrientes de aire, hay que poner ventiladores y se cierran las puertas. En los baños para clientes ha pasado que las puertas batientes, sin pestillo, no se pueden abrir ni para un lado ni para otro. De repente de la nada comenzó a abrirse de nuevo», recordó Cuturrufo.
Un caso del que quedó registrado en una grabación fue el protagonizado por un grupo de cuatro turistas belgas.
«Era un día de julio. Estaban en una mesa del café, en la ventana que da hacia la Catedral. Luego vemos que empiezan a mirar algo hacia la boletería y se paran y empiezan a grabar algo. Resulta que yo había dejado, en la baranda que hay frente a la boletería, dos cadenas con las que cierro y que miden casi 90 centímetros. Estas comenzaron a girar en circulo hacia la derecha y luego hacia al otro lado. Y eso lo grabaron los belgas y me mandaron el video. Son cosas que pasan y que las hemos visto», dijo.
Rodrigo Cuturrufo también nos contó de otra situación que la pudo observar mientras estaba con su padre.
«Lo más impactante fue un vez que estábamos en una sesión de jazz, que funcionaba en el segundo piso. Terminó la sección, y para revisar abrimos la cortina y miramos para abajo y vimos una persona parada al lado del escenario, al costado izquierdo. Yo bajo corriendo y no había nadie. Luego, cuando estábamos apagando todo y veníamos caminando y estaba parado al lado de la boletería. Era una persona que estaba vestida como de gris y con el pelo medio colorín…nos hicimos hacia atrás, y cuando prendimos la luz ya no estaba. Era una persona…», indicó el músico durante la última edición del programa «La Noche del Misterio», que transmite todos los jueves Radio Madero.
Pese a lo impactante de los relatos, se trata de situaciones que ocurren sin alterar el normal funcionamiento de este centro de eventos, uno de los pocos que existe en la ciudad de La Serena.