Para lo que queda del año y para inicios del próximo, la mayor parte de los modelos pronostican la ocurrencia de una fase La Niña de intensidad leve, para luego volver a condiciones neutras. Cuyas condiciones son propicias para mantener el déficit hídrico. Durante el último trimestre se esperan temperaturas promedio por sobre lo normal para la región de Coquimbo.
La Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos anunció que el fenómeno climático responsable de crudos inviernos y grandes sequías en todo el mundo ha llegado nuevamente y hará sentir sus efectos por varios meses.
Según la NOAA, tras un periodo de relativo equilibrio atmosférico desde inicios de año, La Niña se intensificará durante las próximas semanas y no comenzará a debilitarse hasta el otoño de 2022, lo que puede tener un impacto en las lluvias.
Información que coincide con el último boletín climatológico del Centro de Estudios de Zonas Áridas (Ceaza), quienes dieron a conocer que la mayor parte de los modelos pronostican la ocurrencia de una fase de La Niña de intensidad leve, que duraría hasta inicios del próximo año, para luego volver a condiciones neutras.
Déficit de lluvias
En términos de precipitación para Chile central, estas condiciones son propicias para mantener el déficit hídrico hasta que entre a fase El Niño, evento que no ocurriría durante los próximos meses.
A esto se suma que durante el trimestre octubre, noviembre y diciembre, se esperan temperaturas promedio por sobre lo normal entre las regiones de Coquimbo y Los Lagos, especialmente hacia el interior.
En cuanto a los caudales, en lo que va de la temporada, entre abril y agosto, se presentan bajo lo normal en las 3 cuencas de la región. Los ríos principales de las tres provincias de la región registran 23% (Elqui) y 27% (Choapa) de los valores históricos.
Por su parte, los embalses de la región de Coquimbo se encuentra en ahora con un 26% de la capacidad total regional embalsada. En este momento, la capacidad regional es similar a las registradas en 2010 y, de continuar el mismo patrón, se terminará el año 2021 con valores de entre un 20% a 30%.
Los efectos de La Niña
El meteorólogo Cristóbal Juliá explica que el fenómeno de La Niña es un enfriamiento de las aguas superficiales del Océano Pacífico en la región ecuatorial, «se produce una supresión en el régimen de precipitaciones en la región de Coquimbo cuando se da durante los meses de invierno».
«Cuando se da en la época estival, el Fenómeno de La Niña tiene un efecto en las temperaturas, principalmente en nuestra región, pero más allá de eso nada», sostiene.
Agrega que, «ahora lo preocupante del fenómeno de La Niña es que si ésta se extiende más allá de abril del próximo año, sí puede tener efecto en las precipitaciones de la región durante los meses de invierno y traería una disminución de las lluvias, lo que vendría a profundizar la extrema sequía que tenemos en nuestra región».
«Bajo toda óptica, el fenómeno de La Niña no es positivo para nuestra región, lo que se espera es que el actual fenómeno tenga un máximo de señal durante el mes de diciembre, y durante los meses de enero, febrero y marzo empiece a declinar y retirarse, y a inicios de abril entraríamos en una fase neutra, y por lo tanto, a partir de ese mes se puede hacer una estimación de cómo sería la próxima temporada de invierno respecto de las precipitaciones», cierra.