Tibios parecían los cuestionamientos a la designación de Nicolás Eyzaguirre en el Ministerio de Educación (Mineduc), si se compara con el rechazo que generó al interior del movimiento estudiantil el nombramiento de la ingeniera comercial Claudia Peirano (DC) en la Subsecretaría de la cartera.
“Si con Eyzaguirre teníamos dudas, con el nombramiento de la subsecretaria de Educación tenemos certeza y antecedentes que confirman nuestra profunda desconfianza, creemos que aquí se ha dado una muy mala señal”, afirmó a Emol la presidenta de la Federación de Estudiantes de la Universidad Católica (FEUC), Naschla Aburman.
Las críticas de los estudiantes apuntan, entre otras cosas, a que Peirano se ha opuesto públicamente a la gratuidad en la educación superior –demanda emblemática de los estudiantes y base de la reforma educacional de la Nueva Mayoría–, a través de una carta difundida en 2011; y a que tiene vínculos comerciales con su ex marido, Walter Oliva (DC), quien es sostenedor de un grupo de colegios subvencionados y ha defendido el lucro en la educación escolar.