Mientras Ivón Guerra (UDI) plantea que no se «ha plateado en ningún caso pasar la máquina, teniendo como hacerlo», el consejero Fernando Viveros (PC) sostuvo que hay enmiendas aprobadas que son «extremas». Cabe destacar que desde el viernes se iniciará la discusión en sala de cada una de las propuestas.
Luego de intensas semanas de diálogo, con discusiones en las diferentes comisiones que se prolongaron hasta largas horas de la madrugada, finalizó la etapa de discusión de las enmiendas presentadas por los diferentes sectores, donde la primacía la tenían los sectores relacionados a la centro derecha y al Partido Republicano, que gozan de una mayoría de escaños.
Este viernes comenzará la discusión en sala, donde se analizarán y votarán las enmiendas ya aprobadas. Esto si bien ha generado importante satisfacción en aquellos sectores que tienen una mayoría, ha generado inquietud en aquellos más afines al progresismo.
Conversamos sobre el futuro de estas discusiones con dos consejeros de la región, Ivón Guerra y Fernando Viveros, quienes plantearon diferentes visiones sobre un proceso que ha tenido importantes matices respecto de la Convención Constitucional anterior, cuya propuesta fue rechazada el 4 de septiembre del año pasado.
AVANCES
La consejera Ivón Guerra (UDI), en conversación con La Región, señaló que «no fue un trabajo fácil y tuvimos un traspié, porque el oficialismo nos pidió bajar todas las enmiendas, todo el trabajo que habíamos realizado. Nosotros no nos podíamos quedar sólo con el anteproyecto, porque de otra manera no tiene sentido que nos haya elegido la ciudadanía. Nosotros necesitábamos llevar a ese texto constitucional los anhelos de las personas, y para eso estaban las enmiendas. Fue un trabajo arduo, con votaciones que terminaron a altas horas de la madrugada, colocando por delante los intereses de Chile», aseguró.
Para Ivón Guerra «lo que buscaba el oficialismo a todas luces era antidemocrático. Ellos esperaban que bajáramos todas las enmiendas en comisión, porque si quieren que se quede el texto del anteproyecto ¿para qué el Estado está gastando recursos en nosotros? Porque somos un gasto para el país, y no menor. Por lo tanto, lo que ellos nos solicitaban no daba lugar, pero aún así seguimos trabajando en conjunto con nuestros delegados».
La consejera gremialista aseguró que «nunca hemos querido pasar máquina, teniendo como hacerlo. Estamos abiertos, pero lo que debe quedar claro es que hay cosas que no vamos a transar. Vamos a estar siempre por la libertad de elección, tanto en salud como educación. Además, en materia de justicia queremos una defensoría de las víctimas. Por tanto, no puedo entender cómo el oficialismo dice estar con las víctimas, van y nos mandan a la Corte Suprema. Es un error señalar que llevamos adelante una Constitución partisana», subrayó Guerra.
RETROCESOS
Una visión completamente distinta es la que tiene el consejero constitucional Fernando Viveros (PC), quien aseguró que la derecha «tuvo palabras de buena crianza y buenas intenciones sólo para levantar una cortina de humo en torno a lo que realmente querían hacer. Sólo buscaron imponer sus enmiendas, más considerando que José Antonio Kast no tiene ningún problema en llamar a rechazar si es que aquellas enmiendas no son aceptadas. Esto es muy riesgoso, ya que al final las lecciones como país no llegan. Hoy la derecha busca imponer una Constitución que es muy probable que el pueblo rechace, por ser extrema».
Sobre la discusión de las enmiendas, que va a tener lugar en Sala y todos los procedimientos posteriores, Viveros señaló que «hoy, con estas propuestas aprobadas, se han sentado las bases para una Constitución injusta, que le propone a Chile incertidumbres legítimas respecto al abuso y la discriminación».
Sobre lo mismo, el consejero constitucional por la región calificó a muchas de estas iniciativas como «aberrantes». «Los militares deben respetar los derechos humanos y acá se rechazó una enmienda que mandata a las Fuerzas Armadas a tener respeto irrestricto por la democracia y los derechos humanos».
En otros puntos relevantes, Viveros aseguró que «se excluyen a las diversidades sexuales, se debilita la obligación del Estado de no discriminar, se opusieron a reconocer como titulares de derecho a los niños, niñas y adolescentes, rechazaron los escaños reservados para pueblos originarios, se rechaza la iniciativa popular de norma para la creación del defensor de los derechos humanos. Además, se constitucionalizan las isapres, las AFP, se rechazó la posibilidad de fiscalizar a los privados que manejen recursos públicos y abre la posibilidad a la privatización de parques, playas o plazas», sostuvo.