El fiscal regional de Coquimbo, Patricio Cooper, se refirió al proceso de allanamiento realizado al domicilio de la diputada Karol Cariola (PC), quien es investigada por presunto tráfico de influencias.

Respecto a las declaraciones del diputado y pareja de la parlamentaria, Tomás de Rementería, sobre que la Policía de Investigaciones habría amenazado con hacer un escándalo si no entregaban el teléfono celular, el persecutor, quien lidera la investigación, dijo que «la primera información que yo tengo es que eso no es cierto, al departamento de calle Suecia fueron solo tres funcionarios, dos mujeres y un hombre, en un vehículo sin logos corporativos de la PDI».

«Se ingresó a ese departamento pasado las 7:30 de la mañana, estaba llegando una tercera persona y se utilizó para entrar en ese momento, y llegó el señor de Rementería… sobre si llegó con traje quirúrgico o no, no tengo esa información, se le pudo leer completamente la orden policial y él mismo coordinó la entrega -a la entrada del hospital- del celular de la diputada por parte de la madre de la diputada», detalló Cooper.

También aclaró que en base al informe de la PDI, no se ingresó a las habitaciones de los niños en calle Suecia, sino que «simplemente se fue a la estación de trabajo, había un notebook, que decía Cariola-Congreso».

Allanamiento en domicilio de Cariola

Respecto al principal riesgo de no allanar ese lunes 3 de marzo, Cooper señaló que «la orden judicial fue otorgada el 28 de febrero y yo indiqué que tenía que hacerse el día sábado… o el día lunes. Esto tiene que ver con que el lunes… yo tenía que liberar el informe 487 y lo tenía que liberar a todos los querellantes (…)».

Reiterando que se dieron todas las instrucciones a la Policía que el procedimiento «se hiciera lo más delicado posible, con un trato delicado, tomando en cuenta que se sabía que estaba en un estado avanzado de embarazo y tomando en cuenta que es una diputada de la República, y presidenta de al Cámara, pero el trabajo hay que hacerlo igual».

En cuanto a las críticas de las que ha sido objeto, Cooper afirmó que «no tenía ninguna información sobre que esa madrugada iba a estar teniendo a su bebé la diputada. Tendría que ser realmente una persona muy infeliz para enviar a la policía ese día».

Si la policía le hubiese informado que Cariola estaba en trabajo de parto, el fiscal dijo que «tomando en cuenta el éxito de la diligencia el día lunes, lo más probable es que igual hubiera enviado a la policía, con las circunstancias del caso, para ver que algún tercero hubiera entregado el celular, tal como fue».

«La señora diputada nunca tuvo ningún contacto con ningún funcionario policial, el teléfono fue entregado al ingreso de la clínica, esa es la información que yo manejo», precisó el persecutor.

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