Defensa no tenían todas las piezas de la carpeta investigativa para realizar un correcto alegato. Esto, porque Ministerio Público no habría entregado todas las partes de la investigación a tiempo. ¿Excusa válida? «Siempre las defensas dan excusas de este tipo…», explica la abogada querellante Adriana Rojas.
Cuando se esperaba que ayer se desarrollara la reformalización del capitán José Faúndez y formalización de otros imputados en el asesinato del joven ecuatoriano Romario Veloz en octubre de 2019, esta fue reagendada para el 7 de febrero próximo.
En sí, fue una decisión del Tribunal de Garantía en audiencia del 30 de diciembre pasado, a solicitud de la defensa del capitán Faúndez, argumentando -la defensa- «que no tenían todas las piezas de la carpeta investigativa para realizar una correcta defensa del imputado, y ante eso el tribunal resolvió postergar esta audiencia para el 7 de febrero, ordenándole al Ministerio Público que dentro de un plazo de 24 horas debía ser entregada la carpeta investigativa a todas las defensas; no sólo a la de Faúndez, sino también a las defensas de los otros imputados que iban a ser formalizados en esta audiencia suspendida», señala la abogada de la familia de Romario Veloz, Adriana Rojas, integrante de la ONG «20 de Octubre».
¿Excusa válida? «Siempre las defensas dan excusas de este tipo», explica la querellante. Sin embargo, dice que «efectivamente el Ministerio Público no cumplió con su deber de entregar todas las piezas de la investigación a tiempo, porque no es sólo entregarlas uno o dos días antes de la audiencia, sino que entregarlas a tiempo. No puede ser que, por un incumplimiento de ellos, por una falta en sus propias labores como órgano investigador, se termine postergando un mes más una audiencia de estas características, sobre todo con lo que significa para las víctimas».
Carpeta investigativa
Si bien el abogado defensor avisó que se les entregó incompleta la carpeta, «y que es algo que pudimos observar», sostiene Rojas, que «ellos bien pudieron haber acudido de manera personal ante la Fiscalía a pedir lo que hacía falta, no obstante, esto permite precisamente postergar audiencias y es algo que debiese tener una mayor rigurosidad por parte del Ministerio Público para que no ocurra, sobre todo en causas tan relevantes».
A juicio de la profesional, «ellos hicieron uso de un derecho que tienen, y se postergó un mes por la agenda muy apretada que tiene el Juzgado de Garantía, aun cuando el juez hizo todo lo posible para que esto no ocurriera. Pero aun así era necesario que todas las partes tengan las piezas de la carpeta investigativa».
Lo cierto es que la constante demora en el juicio ha sido una situación compleja para todas las víctimas, desde Mery, madre de Romario, como también para las víctimas sobrevivientes, que son César Véliz y Rolando Robledo, «quienes deben seguir postergando su deseo de obtener justicia».
Tanto la madre de Romario, como Rolando y César, en más de una ocasión se han quejado por lo lento que ha avanzado el caso.
En este sentido, comenta Rojas que «llevamos más de dos años en este proceso de investigación y para las familias es cada vez más dura la espera y para las víctimas que han sobrevivido, cada vez más pesada esta carga. Nosotros esperamos que ya este año este proceso comience en otra etapa, que es de juicio. Además, que este año podamos ver resultados más concretos y con una posible sentencia condenatoria a los responsables de la muerte de Romario y de las lesiones a Rolando y César».
Respecto a la madre de Romario, cuenta la abogada que se encuentra «con harta esperanza y expectante de lo que pueda pasar en esta audiencia, precisamente porque quiere que el autor material sea juzgado como corresponde y que el capitán Faúndez también sea condenado eventualmente por los delitos que cometió».
Recordar que el capitán de Ejército se encuentra formalizado por presuntos tres delitos, entre ellos el homicidio consumado de Romario Veloz. Sin embargo, su responsabilidad radica en haber dado la orden a la tropa para disparar ese domingo 18 de octubre frente al terminal de buses de La Serena, donde se encontraba la mayoría de la gente que se manifestaba en el contexto del estallido social.
Por otra parte, la formalización es respecto de las tres víctimas: M.R. como autor de los disparos en contra de Rolando Robledo; C.R. como autor de los disparos a Romario Veloz, y J.A. por los disparos a César Véliz.