Antes de su muerte, en el año 1957, Gabriela Mistral pidió que dejaran sus restos en su «amado pueblo de Montegrande», porque fue en esa tierra, al interior del Valle de Elqui, donde la poetisa desarrolló su vida como maestra y se inspiró para escribir parte de su obra literaria.
Una huella que hasta hoy se recuerda y mantiene. Bien lo saben los alumnos de la escuela básica de este pueblo, entre ellos Javiera Díaz, alumna de octavo básico quien comentó que «acá dio sus primeros pasos, hizo clases y ella nos da un gran ejemplo, porque si bien no tenía acceso a muchos lugares, empezó a salir adelante, a creer».
A 129 años de su natalicio, la comuna de Paihuano rindió un homenaje a su vida y obra, remarcando, sobre todo, el legado educacional y su amor por los niños.
En esta línea, la Intendenta Lucía Pinto manifestó durante el acto conmemorativo que «fue una mujer visionaria y destacada en todo el mundo, en este aniversario asumimos el compromiso de llevar a todos los niños y estudiantes la vida y obra de Gabriela Mistral, porque uno de sus principales objetivos era la educación. Así podemos dar el salto al desarrollo, tal como aspiramos a través del plan de Gobierno del Presidente Piñera».
Los vecinos de Montegrande y los pueblos cercanos realizaron diversas manifestaciones artísticas, tanto en la plaza de la localidad como en el mausoleo de la Premio Nóbel. Los más entusiasmados fueron los niños, quienes comienzan a conocer la figura de Gabriela Mistral desde sus hogares.
«En la casa nos enseñan los valores que ella inculcó en las personas, y en las escuela, sobre su vida y obra», remarcó Victoria, Olivares, alumna de cuarto básico de la escuela Gabriela Mistral. En tanto, Yasna Godoy, profesora de la escuela de Cochiguaz María Isabel Peralta, agregó que «su enseñanza ya se vive en la casa. Hay estudiantes que nos relatan historias que sus padres trabajan en lugares ligados a la poetisa. Cada uno de ellos es parte del después de Gabriela Mistral».
En el acto conmemorativo también se remarcó su imagen como embajadora del Valle de Elqui. «Para nosotros Gabriela es como decir pisco, estrellas, magia y naturaleza. Es algo que ella representa, una identidad, y que no se aprende solo por libros, sino que está arraigado a las personas y que nos enseñan nuestros padres y abuelos», dijo el Alcalde de Paihuano, Hernán Ahumada.
Por su parte, el consejero regional, Javier Vega, añadió que desde la comisión de cultura del CORE, también se busca valorizar su patrimonio cultural, con iniciativas como la Ruta Mistraliana. «Esto es parte de los procesos de valorización y obviamente, hay que darle continuidad y potenciar este trabajo», señaló.
Gabriela Mistral nació bajo el nombre de Lucila de María del Perpetuo Socorro Godoy Alcayaga, el 7 de abril de 1889, en la comuna de Vicuña. Tan importante como su poesía fue su labor como pedagoga y diplomática, trabajando como cónsul y embajadora en distintos países de América y Europa, lugares donde siempre cumplió una labor de difusión cultural junto a los intelectuales más destacados de la época.
Se convirtió en la primera escritora latinoamericana en recibir el Premio Nóbel de Literatura en 1945, y murió el 10 de enero de 1957 en Nueva York, Estados Unidos.