El emprendimiento de la familia Gloria ha visto recompensas, siendo uno de los íconos turísticos de Coquimbo. Miles de turistas repletan «Valeska» y «Morgan» a diario este verano.
Con la invitación irrechazable de «Bienvenidos al Muelle Morgan, al abordaje muchachos» son recibidos a diario cientos de familias de la zona y turistas venidos de diversos puntos, quienes entre risas tras las bromas de un alegre Jack Sparrow, aceptan el desafío de ser parte de una gran travesía pirata por el mar de Coquimbo.
Un emprendimiento único en el país materializado en grande en el 2012 por la familia Gloria, quienes al notar el retroceso que experimentaba por ese entonces la industria pesquera, vieron en su querido lanchón Valeska la posibilidad de transformarlo en un gran galeón pirata, sin darse cuenta que se convertiría en uno de los íconos del turismo de Coquimbo.
Ya mar adentro, los pasajeros se sumergen en la nutrida historia de la ciudad-puerto, relatos entregados por los propios piratas que acompañan el periplo que se extiende alrededor de una hora. Es así que se puede descubrir cómo se originó la llegada de los colonos ingleses a la zona durante la fiebre de los metales, sin quedar de lado el nacimiento de los grandes monumentos presentes en la ciudad-puerto.
«Es un nuevo concepto que apuesta por el turismo cultural. Consiste en evocar la tradición pirata que nunca se debió haber perdido. Mediante estas navegaciones con tripulación y embarcaciones adaptadas a la época, brindamos al público esta alternativa de conocer un poco más Coquimbo desde un punto de vista distinto», explica Andrés Sandoval, coordinador del Muelle Morgan.
Pero este novedoso proyecto debía dar el gran salto y luego del rotundo éxito de Valeska, nació en septiembre del 2015 su gran compañero Morgan, navío construido durante dos años en la tradicional Playa Changa. Es así que en la actualidad el emprendimiento comandado por Milton Gloria transporta a miles de personas por las grandes aventuras de Coquimbo, contando para ello con el galeón Valeska que tiene una capacidad de 80 pasajeros y Morgan que puede trasladar 200 personas a bordo.
Cuidado, nos asaltan
Uno de los grandes atractivos para los presentes es el asalto que protagonizan espada en mano los piratas de ambos navíos. Para Francisca Rosales, joven oriunda de Talca, la experiencia «es espectacular, primera vez que vengo y me encantó el asalto. El pirata es muy carismático y las leyendas que cuentan son geniales». Similar impresión tuvo Blanca Ramírez, quien aseguró que «es muy novedoso para nuestros hijos. Deberían existir más instancias así».
Un emprendimiento que vale la pena conocer, el cual ha sido potenciado gracias al apoyo municipal. «Hemos tenido una buena caja de resonancia en la Corporación Municipal de Turismo de Coquimbo, una entidad que nos ha ayudado en lo que es difusión y promoción, un apoyo fundamental que también recibimos de la Municipalidad de Coquimbo», destacó Andrés Sandoval de Muelle Morgan.
Para quienes aún no viven esta aventura, Muelle Morgan se ubica a un costado de la Caleta de Pescadores de Coquimbo, realizando tours que comienzan a eso del mediodía y se extienden hasta las 20:00 horas. El valor de la entrada por persona es de $2.500, mientras que el acceso para los menores de 5 años es gratuito.
EN FEBRERO ULTIMO ESTUVE EN UNO DE ESOS BARCOS, ES BUENA ESTA IDEA DE TURISMO, YO LE AGREGARÍA BARCOS INGLESES LO MAS AUTENTICO POSIBLE CON OFICIALES Y MARINOS CON SUS TRAJES ROJOS Y PELUCAS Y SUS GORROS A LA USANZA DE LA ÉPOCA, LOS QUE REALMENTE PELEARON CONTRA LOS PIRATAS Y NO LO VIKINGOS QUE NO SON CONTEMPORÁNEOS, SERIA ESPECTACULAR POR EL “BAÑO” CULTURAL QUE TENDRÍA ADEMAS, POR FAVOR EJECUTEN LA IDEA, LLEGARÍAN HASTA TURISTAS DE ORIGEN ANGLOSAJON LO MAS PROBABLE.