Pasadas las 10:00 horas de ayer alrededor de 200 personas de la Agrupación Nacional de Deudores Habitacionales, ANDHA Chile, irrumpieron en la intendencia regional para exigir ser recibidas por el intendente Claudio Ibáñez. Querían entregarle cartas dirigidas a la Presidenta Michelle Bachelet.
Ante la entrada masiva de manifestantes fue solicitada Fuerzas Especiales de Carabineros quienes, tras un diálogo con los dirigentes, permitieron el ingreso a la intendencia de la vocera Rosana Miranda y 11 vecinos y dirigentes provinciales.
Se reunieron con gobernador de la provincia de Elqui, Américo Giovine, debido a que el intendente Ibáñez a esa misma hora se encontraba en otra actividad en Coquimbo.
Miranda agradeció la reunión pues pudieron dialogar por más de una hora y dijo: «Felizmente logramos canalizar lo que nosotros queríamos, ingresar documentación. Son dos propuestas que Andha ha elaborado para la salida al conflicto, ambas de condonación de la deuda, porque hemos hecho cálculos y la deuda ya la pagamos. Él (Gobernador de Elqui) se comprometió a lo que han hecho todas las regiones, canalizar estos documentos a la Presidenta de la República», dijo la dirigenta.
Por su parte, Giovine indicó que se le fue entregado un total de 351 cartas por parte de los dirigentes. «En ellas los vecinos de la provincia de Elqui dan cuenta de dicho movimiento, de la temática de la vivienda y particularmente del peligro de muchos de ellos de que sus casas sean rematadas, es por ello que piden cambios en la política de la vivienda y piden derechamente que estos requerimientos le sean entregados a la Presidenta de la República», afirmó.
El gobernador indicó finalmente que el gobierno siempre ha estado disponible para entender a los dirigentes, especialmente de los de sectores más vulnerables.
Josefina Barraza, dirigente de La Cantera, afirmó que muchas de las viviendas ya han sido canceladas varias veces. «Nosotros partimos en esto porque nos dimos cuenta que muchos de nuestros vecinos estaban perdiendo sus viviendas, por remates, y que no eran que los mandaba el Juzgado de Policía Local, sino que era BancoEstado que los empezaba a amedrentar a los vecinos mandándoles cartas porque estaban deudores, la idea es que fueras a repactar las deudas y ahí le daban cinco o diez años más de otro crédito. Al final la casa la terminaban pagando a 30 años. La deuda era tan grande que al final no pudieron y los dividendos los mataron. Lo que nosotros queremos es condonación porque nuestras viviendas ya las pagamos cuatro veces», dijo a La Región.