El propósito de esta colectividad es que en La Serena exista una casa de la memoria grande y visible que se convierta en un hito importante donde las personas se reúnan a reflexionar y a recordar, y puedan realizarse también actos culturales. «Es nuestra convicción de que el hombre aprende de sus errores en la medida en que los reconoce y reflexiona sobre ellos» dijo Martín Faunes, Director del Colectivo «Las historias que podemos contar».
Algunos de ellos se reunieron ayer, durante algo más de una hora, con el seremi de Bienes Nacionales, Diego Núñez, para determinar de qué manera se puede lograr que este inmueble, que es de propiedad de la congregación del Buen Pastor, no sea demolida y/o vendida, pues consideran que es el recinto idóneo para rescatar la memoria histórica local. «Nosotros no queremos todo el Buen Pastor, queremos un lugar determinado en donde se coloque el nombre de todas las compañeras que estuvieron detenidas y de los niños» explicó Eliana Rodríguez, quien fue torturada en ese recinto.
Según indicó el seremi, el Ministerio no tiene facultades para comprar el inmueble, «lo que se podría hacer es una eventual permuta por un bien fiscal», pero previo a ello ha de realizarse una tasación de la propiedad para poder llegar a un acuerdo con los propietarios. Se está analizando si se puede «someter a una política similar a la que se aplicó en la Venda Sexy de Santiago» plantea Núñez. En la Venda Sexy se practicaba con especial énfasis la tortura sexual, según indica el Informe Valech.
De todas formas, el seremi anunció que serán las Unidades de Derechos Humanos del Ministerio del Interior y de Bienes Nacionales, las que se harán cargo de desplegar la hoja de ruta comprometida, y que desde la seremía se realizarán «todas las gestiones necesarias para que este inmueble ingrese a la Ruta de la Memoria».