Debido a que representaban un riesgo para quienes transitaban cerca, ambas máquinas, que parecían jirafas, fueron removidas de su locación. Se aprovechó la instancia para restaurarlas, por el valor patrimonial e identitario que representa para los vecinos del sector.
Era dos enormes máquinas, que a lo lejos asimilaban a jirafas. Para los vecinos del sector portuario, un patrimonio de la comuna de Coquimbo que hace años deberían haber estado en resguardo.
Ambas grúas llegaron a instalarse en el puerto por mandato del expresidente Gabriel González Videla, en la década de los años 50’, para impulsar el desarrollo de la caleta.
Durante mucho tiempo, los mismos vecinos de las poblaciones aledañas 4 Esperanza, Fosfato, Shangri-La, Ernesto Riquelme y Vicuña, trabajaron como operarios de las máquinas, convirtiéndose en parte de la identidad de las poblaciones.
Así se evidencia en el relato de Noemí González, presidenta de la junta de vecinos 4 Esperanza, ubicada en la Parte Alta, quien comentó que su papá trabajó en esas máquinas en los años sesenta.
DE GUAGUAS…
«Cuando las retiraron estaban bien deterioradas y la idea es que vuelvan al puerto como una representación de patrimonio cultural de Coquimbo, que es lo que más ruego porque todavía quedamos vecinos de edad. Nosotros las conocemos cuando apenas abrimos los ojos, siendo guagüitas todavía, por lo que para nosotros es muy representativa».
Contar con financiamiento
La restauración e instalación de estas máquinas, que dejaron de funcionar en 2011, forma parte de un proyecto de arquitectura que busca realzar el patrimonio cultural de éstas para la comunidad portuaria.
Desde la municipalidad de Coquimbo indicaron que, efectivamente, existe un proyecto de restauración de las dos grúas alemanas (Krupp y Ardelt).
Incluso, el año pasado se realizó el desarme y retiro de las estructuras a través del convenio entre el municipio, la Empresa Portuaria Coquimbo (EPCO) y el Terminal Puerto Coquimbo (TPC), y quedando almacenadas en un terreno municipal en el Barrio Industrial.
En cuanto al convenio, el municipio está a cargo de la restauración e instalación de ambas grúas, además se trabaja en un proceso de declaratoria como Monumento Nacional, y se espera que el expediente de solicitud ingrese al Consejo de Monumentos Nacionales para que se obtenga la declaratoria este mismo año.
De este modo se podrá postular al programa de Puesta en Valor del Patrimonio y contar con el financiamiento para su recuperación, mientras que su futura ubicación está prevista en el proyecto de borde costero portuario.
El concejal UDI de Coquimbo, Mario Burlé, mientras era intendente, entre noviembre de 2012 y agosto de 2013, sostuvo conversaciones con el exalcalde Cristian Galleguillos, porque «deberían ser restauradas e instaladas como parte del patrimonio histórico de la comuna».
Para Burlé, el valor que tiene esta maquinaria como símbolo de la identidad local, no debe seguir siendo ignorado.
El concejal frenteamplista, Ignacio Plaza, sostuvo que es sumamente importante que las personas que viven en ese sector «puedan definir qué hacer con los espacios de esparcimiento que les pertenecen, en especial si es que están vinculados a la cultura y al patrimonio. Creo que se tiene que resaltar esto, porque aporta a la identidad también a su sector».
Muchas familias, hoy residentes en los sectores aledaños al puerto, cuentan que sus abuelos y padres trabajaron en ese lugar, algunos incluso manejando las grúas, «así que para ellos sería lindo que sean restauradas por el municipio y declaradas Monumentos Nacionales, por el valor histórico que tienen, no solo para el sector, sino que para la comuna y la región», afirma un vecino del lugar.