Integrantes de la denominada Bancada de la Dignidad en el concejo municipal de Coquimbo, aseguran que el alcalde Alí Manouchehri se «camiseteó» con banderas de lucha que no estaría cumpliendo y lo explican.
Camilo Ruiz (PC), Felipe Velásquez (Independiente) e Ignacio Plaza (Convergencia Social), desclasifican una serie de incidencias que en la actualidad tienen dividido al cuerpo colegiado porteño.
Y es que si bien reconocen que sí han habido medidas positivas de la nueva administración como eliminar «abusos groseros» que venían de la época de Marcelo Pereira, afirman que el ex futbolista seguiría ejecutando políticas que en campaña prometió erradicar: como la contratación de personas a través de favores políticos.
Han tenido duros diálogos con la autoridad alcaldicia. Sin ir mas lejos este miércoles quedo claro aquello (ver nota pag 15). Interpelaciones como el tema de la basura o la votación del presupuesto han acalorado el debate.
Son parte de un bloque al que se suman el comunista Nelson Martínez y la independiente Sonia Elgueda. Al interior del edificio de la calle Bilbao #348 se les conoce como la oposición del gobierno comunal, pues en las últimas votaciones suelen ir casi siempre por distinto camino que Manouchehri, quien suma apoyo de Pablo Galleguillos (IND), Mario Burlé (UDI, Abraham Schnaiderman (Radical), Freddy Bonilla (PS). Guido Hernández (ex RN), ha tenido votaciones que no dejan claro de qué lado estaría.
«MAQUINARIA SOCIALISTA»
Al ser consultados sobre los primeros pasajes del primer tiempo del acalde de Coquimbo y una evaluación a su mandato, coinciden en que se ha notado un cambio que vino a limpiar la imagen de un municipio con desorden administrativo y con aroma a corrupción. «Se acabaron los grandes banquetes y las horas extras». Sin embargo, dicen que el edil no estaría actuando coherente en la actualidad en relación a su discurso utilizado en campaña, alegando una serie de promesas presuntamente inconclusas de parte del jefe comunal.
«Hay puntos con balance positivos que ayudan a limpiar la imagen y con eso tiene todo mi apoyo. Pero también hay que analizar en base a lo que prometió en su campaña y ahí está al debe», dice Camilo Ruiz.
Pone sobre la mesa el tema de la basura, promesa de campaña que se convirtió en el talón de Aquiles de Manouchehri, según sus propias palabras. Suma el conflicto de los animales abandonados, argumentando poco avance en el Canil municipal, que fue otro de los temas en que el edil empeñó la palabra.
Pero lo que más llama la atención de concejal comunista hace referencia a las contrataciones que se fueron materializando durante todo este tiempo, y que según su parecer responderían al pago de favores políticos.
«Todos sabemos que el alcalde es muy cercano al mundo del socialismo, de hecho, el municipio sirvió como trampolín para que su hermano Daniel saliera electo como diputado. Hoy todo ese lote de gente que se había ido hace algunos años de Revolución Democrática junto a Cristóbal Reyes (actual Jefe de Desarrollo Comunitario, Dideco), porque no querían más de lo mismo, hablando de la política sucia, se unieron a los socialistas y están trabajando en el municipio».
Y continúa. «Muchos ex candidatos a concejales de Coquimbo, que perdieron en la elección del año pasado y que habían mostrado su apoyo a Manouchehri, están todos dentro del municipio. Entonces, claro que causa ruido después de haber escuchado su discurso contra estos favores anómalos que en su tiempo implicaron a la DC. Da la sensación que se usó sólo de discurso para llegar al poder».
Incluso, agrega, habría existido un «portazo en la cara» hace algún tiempo y no esbozado de manera literal. Acto presuntamente ejecutado de parte de Daniel Cortés, ex Revolución Democrática, asesor directo del alcalde y que trabaja en Gabinete. Según el reclamo, a los concejales Velásquez y Ruiz les cerraron de manera brusca la puerta de la oficina del alcalde mientras le solicitaban una conversación.
«Él (Cortés) está haciendo un trabajo de dividir a los concejales, habla con uno para dejar mal al otro, tratan de operar como los antiguos gángsters del municipio, pero se les nota la falta de experiencia, con un infantilismo brutal», sentencia el comunista Camilo Ruiz.
«AUTORITARIO»
Diagnóstico compartido por el frente amplista Ignacio Plaza, quién asegura que se han traído militantes del partido socialista con domicilio en Santiago para venir a trabajar al municipio de Coquimbo. «También hay muchos contratos de gente PPD y los que salieron por la ventana de RD».
El militante del partido del presidente Boric asegura que se perdió la confianza debido a una «actitud autoritaria de Manouchehri. «No solo opinamos nosotros esto, en los territorios igual. En Pan de Azúcar, en Tierras Blancas, me han comentado por qué el alcalde actúa así y además no responde. Es una lástima, porque en un principio existía buena comunicación. Hay decepción más que nada, porque sí destaco lo hecho, los gestos al mundo feminista, los equipos de género han funcionado perfecto, pero, por ejemplo, en el tema de los animales callejeros está al debe. Hace poco quedamos pagando ya que llegamos a otro lado en un operativo, la gente se enreda con esa gestión improvisada».
Otro que se ha enfrentado en el debate de los concejos directamente con la autoridad es el concejal Velásquez. «Yo tengo las puertas cerradas con el alcalde, lamentablemente pareciera que a algunos nos ve como su enemigo al no votar proyectos juntos con él. Nosotros estamos acá para trabajar por la gente», finaliza Felipe.
Consultado por LA REGIÓN, el alcalde Alí Manouchehri señala que en un organismo como el municipio siempre existirán posturas diferentes. En ese contexto le resta dramatismo al concepto del concejo municipal «quebrado» en dos bandos.
«No, no lo miro quebrado, al contrario. Nos ha tocado tener diferencias en temas que la gente ha visto públicamente en los concejos, pero es parte dé. Yo no pretendo que en todas las propuestas que hagamos recibamos aplausos, la critica nos permite seguir avanzando, siempre y cuando sean críticas constructivas.»