La comunidad de Guayacán, representantes de colegios y enseñanza superior del barrio, autoridades municipales y representantes de empresas, participaron en el Simposium Bahía de La Herradura, que versa sobre la historia del señero sector y la proyección futura de esa zona.
La actividad se realiza en la Asociación Chilena de Seguridad, ACHS, y es organizada por la Junta de Vecinos José Tomás de Urmeneta.
En la jornada inicial – concluye hoy- fueron analizadas ponencias de Desarrollo Social Cultural y Patrimonio Turístico Cultural, con propuestas estratégicas, pasando a las ponencias del área Medioambiental y Biodiversidad y la de Mejoramiento de la caleta y proyecto empresarial.
Hoy continúa con ponencias similares, más el tema Desarrollo Humano Territorial y Plan de Desarrollo Comunal, y Orígenes del Patrimonio e Identidad de Coquimbo, pasando a las conclusiones finales.
Alejandra González, asesora de gestión de la Junta de Vecinos organizadora del evento, señaló a diario LA REGIÓN que esta iniciativa permite debatir a los vecinos y vecinas junto a los entes educacionales y empresas del barrio Guayacán, sobre cuáles son las problemáticas que aquejan al sector y la forma de mejorar y potenciarlo para resguardarlo para las generaciones futuras.
«Con las presentaciones de los doctores en ciencias de la Universidad Católica del Norte y el Centro de Estudios Avanzados en Zonas Áridas, CEAZA, hemos aprendido la riqueza de la vida marina que tenemos y conocimos el desarrollo que ha tenido el Liceo José Tomás de Urmeneta en nuestro pueblo, lo que nos va a servir para poder ayudar en todo lo que quiere desarrollar como proyecto educativo en este sector y ahora en la tarde tenemos la ponencia de nuestro historiador Juan Valdivia, que va a hablar del desarrollo histórico nuestro».
Un tema sensible para los guayacaninos, como es el mal estado de antiguos inmuebles del área declarada como Zona Típica por Bienes Nacionales, que no pueden ser reparadas por esa causa, González refirió que gracias al simposium, pueden dar a conocer a las autoridades la solución que proponen para evitar que las viviendas sigan dañándose.
«Todo esto ocurre porque el pueblo fue declarado Zona Típica, pero ahora estamos tratando de reducir el espacio de esa zona, para que algunas casas puedan repararse, cuidando que queden igual a la fachada original y en ese proceso estamos como junta, desde hace cuatro años, pidiendo a Bienes Nacionales y a la Secretaría de Planificación municipal, que nos ayude a hacer la reducción para salvaguardar las casas en mal estado y así podemos permitir a sus dueños aprovechar todos los subsidios de gobierno para arreglar fachadas y techos, siempre y cuando contemos con la autorización para hacerlo».