Este viernes, funcionarios de la Subsecretaría Regional de Desarrollo, Subdere, y del municipio, informaron sobre la nueva inyección de fondos, por cerca de $740 millones, del Plan de Revitalización de Barrios e Infraestructura Emblemática, PRIBE, actual «Revive Barrios», que se viene aplicando desde de 2015 en Guayacán con fondos de un préstamo del Banco Interamericano de Desarrollo, BID, más aportes del Estado.
Los nuevos fondos serán destinado para remodelar la plaza frente a la iglesia, propuesta que fue catalogada de «insuficiente» por dirigentes sociales y vecinos del sector.
Carlos Zepeda Bembow, presidente del junta de vecinos José Tomas de Urmeneta, recuerda que esto partió con un presupuesto de unos 40 mil millones de pesos que venían de un prestamo BID y de la asignación de fondos del Estado para que la municipalidad y la Subdere implementaran el Pribe, que ahora se llama «Revive Barrios». «Pero esa cifra original se ha ido disminuyendo a 25 mil millones, después a 15 mil, y ahora bordea los 7 mil millones, y la zona de Guayacán a intervenir también se ha ido achicando».
Además, hace ver que ahora tampoco se da cuenta de la real inversión que debería ser realizada en Guayacán en el «Revive Barrios», para concretar ideas propuestas por los vecinos, como crear un museo y un gran centro cultural.
«Anunciar ahora que se van a invertir más fondos, por unos $ 740 millones, para obras, para nosotros es un maquillaje, porque no se ha concretado nada de lo que todos los habitantes de Guayacán hemos propuesto para revitalizar de verdad nuestro sector, lo que no lo vemos concretado, salvo la compra de dos casas patrimoniales y la construcción de dos plazas que venían de proyectos antiguos, y ahora nos informan que los $ 740 millones que se va a usar en el 2021 son para pagos, con $ 57 millones en difusión y como $120 millones para el diseño de la plaza frente a la iglesia, que es un obra en la que nosotros no concordamos, y de esos mismos fondos también se va a sacar otra cifra para apoyo de emprendedores, pero al final no tenemos nada más que dos casas adquiridas, considerando que llevamos 6 años con el programa».
Dicen que en otras comunas donde se ha aplicado «Revive Barrios», como Arica, Cartagena, además de 6 zonas y comunas de Santiago, junto a Lota y Viña del Mar, ya han invertido en grandes obras.
«Lo que nos duele es que en otras comunas, que se incorporaron recién el año pasado al programa, se han realizado inversiones de gran presupuesto con sus «Revive Barrios», y ahora nos dicen que acá se van invertir $ 700 millones, lo que es muy poco comparado con lo que se ha hecho en otras partes, donde estamos hablando de proyectos que van desde 3 mil a 6 mil millones».
Incluso creen que «hay un castigo político hacia Guayacán», o que de verdad es mala la gestión de la gente a cargo de nuestro «Revive Barrios».
Dirigentes de distintas organizaciones de Guayacán están solicitando una audiencia con el Intendente Pablo Herman -que conoce este plan desde cuando era seremi de Obras Públicas-, para ver como destrabamos la complicada situación en la que estamos».
Por su parte, el asesor de la Junta José Tomás de Urmeneta, el historiador y residente de Guayacán, Juan Valdivia, comentó que lo ideal sería asignar fondos de inversión más amplios, para concretar, por ejemplo, la compra del terreno del actual astillero privado, donde funcionó la antigua fundición local, para levantar allí un centro cultural y museo, y adquirir la casa Urmeneta para un museo, entre otros adelantos, llamando de paso a las autoridades a fomentar una real participación ciudadana con los guayacaninos.
«Ahora estamos pidiendo un cambio de mirada y de acción, y ahora lo que se nos mostró es como poner la carreta delante de los bueyes, y se nos dice que va ha haber dinero para cursos, para el diseño de una plaza, cuando aquí lo se necesita es tener una mirada de verdadero rescate patrimonial y cultural, ya que esa es la filosofía del BID para rescatar barrios patrimoniales como el nuestro. Además queremos mayor participación, ya que los vecinos sí tenemos derecho a opinar, pero todo se ha hecho a espaldas de nuestra comunidad, así no supimos qué pasa con el contrato de ejecución entre la Subdere y el municipio.
Es decir, la alianza entre la autoridades y nosotros no existe, cuando acá se necesita que nos escuchen para incluir dentro del plan, ojalá que a contar del 2021, la restauración de nuestra iglesia, que vale $1.170 millones, la compra de la casa Urmeneta, para tener una casa museo, y la compra del terreno del actual astillero para un museo de sitio y centro cultural, donde podremos replicar parte de los hornos y los reverberos de la fundición original de Guayacán, que estaba emplazada allí».