En 1975 se suspendió el servicio del “Tren Elquino” que unía La Serena, Vicuña y Rivadavia. Solo quedó su trazado, una faja de tierra usada como improvisada vía por automovilistas y 13 pueblos interiores separados por la presencia del Río Elqui de la Ruta CH-41, principal arteria de ese valle, donde circulan gran parte de los 300 mil visitantes –la mitad extranjeros– que llegan a la Región de Coquimbo en búsqueda de las excursiones, trekking, observaciones astronómicas y de la naturaleza y el misticismo.
Poblados como Islón, Altovalsol, Las Rojas y Pelicana, Marquesa, El Molle, Gualliguaica, Diaguitas y Rivadavia quedan alejados de ese ajetreo turístico por los visitantes que atraviesan el Valle de Elqui a destinos interiores como Paihuano y Pisco Elqui. Más aún, el gentío de temporeros, estudiantes y familias de los villorrios cordilleranos debe cruzar el afluente para trasladarse a los centros urbanos de La Serena y Vicuña en busca de provisiones y accesos a servicios públicos.
Por ello, una iniciativa busca reactivar y reutilizar más de 90 kilómetros del viejo trazado ferroviario y transformarla un paseo verde para potenciar el flujo de personas, ciclistas y turistas. Del total, se inició la habilitación de los primeros 8 kilómetros, entre El Molle y El Almendral, junto antes de la cortina del embalse Puclaro. Los creadores son la corporación Pedaleable, la misma que recuperó un tramo del río Mapocho para la circulación en dos ruedas.
“Es un lujo tener un proyecto como el de Elqui Pedaleable donde se junte la protección de la biodiversidad, el patrimonio cultural y el transporte sustentable. Esperamos que sea un proyecto duradero y una de las joyas turísticas de la región”, dice el ministro del Medio Ambiente, Marcelo Mena, quien encabeza la cartera la cual destinó $30 millones del Fondo de Protección Ambiental (FPA), ya que el proyecto caracteriza además la biodiversidad de ese tramo conformado por quebradas, una faja intermedia y humedales ribereños.
La encargada del proyecto, Jimena Hevia, destaca, sería la “primera y más extensa” vía verde del país que aportará “al desarrollo, donde la gente pueda ofrecer servicios propios de la zona, por ejemplo, la venta de quesos de cabra, alojamiento, alimentación”.
Futuros tramos
Posterior al primer hito, vendrá la habilitación entre Gualliguaica y Vicuña, y después se internará la construcción hasta el sector El Algarrobal. La primera se justifica, pues a los pies de Gualliguaica, están las aguas del Puclaro, centro de deportes náuticos y balneario natural de los vicuñenses.
“Aún no se aprovecha el potencial de Gualliguaica porque está a 4 kilómetros de la carretera y falta infraestructura, sin embargo conectándolo podríamos hacer que la gente que se aloja en Vicuña, como zona urbana y busca otras experiencias, les podría servir para recorrer en poco tiempo y de forma segura un tramo de 10 kilómetros”.