Cuatro ciudadanos haitianos que estuvieron 24 horas detenidos en un cuartel policial tras ser imputados por la supuesta falsificación de un permiso temporal y atentar contra la salud pública, fueron sobreseídos definitivamente en sus causas, al constatarse que eran completamente inocentes.
Los hechos ocurrieron el 26 de agosto del año pasado, cuando cerca de las 09:30 horas Donald Eliassaint (30), Clebert Lebert (45), Henry Moise (36) y Makendy St-Quitte (30) esperaban atención en una fila afuera de las oficinas de AFP Planvital en el centro de La Serena para tramitar el retiro del 10 por ciento de sus cotizaciones previsionales cuando fueron fiscalizados por carabineros, quienes les requirieron el permiso de traslado correspondiente en periodo de cuarentena sanitaria.
Exhibieron sus permisos de desplazamiento temporal, pero pese a que todos los documentos decían “permiso para pagar servicios básicos, cobros de pensiones, subsidios u otros”, los policias aseguraron que eran falsificados, de modo que los cuatro fueron aprehendidos.
Permanecieron detenidos hasta el día siguiente. En la audiencia, la Fiscalía explicó que los cuatro detenidos portaban permisos por 6 horas de autorización cuyos números de folio y códigos de verificación QR eran inválidos. Agregó que como no portaban un permiso válido pusieron en peligro la salud pública.
La defensora penal pública Rosa Álvarez explicó que durante la audiencia sus representados fueron imputados por los delitos de falsificación o uso malicioso de documentos públicos e infracción contra la salud pública. La abogada añadió que cuando Carabineros revisó los permisos afirmó que todos eran ilegítimos, porque raramente el código QR de verificación no coincidía con la web comisaría virtual. “Lamentablemente, sólo uno de ellos, Makendy St-Quitte, habla español y negó que su documento y el de sus compatriotas -a quienes no conocía- fueran adulterados, mientras que el resto de los haitianos no entendía por qué habían sido detenidos”.
La profesional comentó que para una mejor comprensión del proceso por sus representados, en la audiencia presentó a una interprete en creolé. “El juez declaró ilegal la detención precisamente por la duda en la legitimidad de los permisos. Una vez concluida, pedí un informe a Carabineros sobre éstos y finalmente se ratificó que éstos eran legales”, resaltó.
La defensora pública solicitó el sobreseimiento definitivo de las causas. Finalmente el tribunal decretó que los hechos no eran constitutivos de delito.
“Al detenernos le dije a Carabineros que cometían un gran error, que éramos pobres, que no teníamos medios para falsificar documentos. No escucharon y delante de mucha gente nos esposaron, grabaron y tomaron fotos haciéndonos sentir como delincuentes. Fue el peor día de mi vida”… Resume Makendy St-Quitte al relatar la experiencia que vivió la mañana del miércoles 26 de agosto de 2020.
Recuerda que había una extensa fila afuera de la AFP y que la policía llegó con funcionarios de salud solicitando los permisos a la gente. Él lo había sacado a través de comisaría virtual y lo tenía archivado en su celular. Con una máquina escanearon el código QR y le dijeron que era falso. “Había otros tres compatriotas haitianos en la fila. No los conocía y extrañamente fuimos los únicos detenidos por tener permisos falsos y atentar contra la salud pública. Ellos, que no hablaban español, comenzaron a llorar. Nos registraron nuestras mochilas, ropas y celulares. Fue una total discriminación”, dice Makendy.