Llegó a la zona invitado por el diputado Franco Eguiguren (RN) además de una instrucción de Sebastián Piñera para capacitar a los gobiernos regionales que se llama «A la pinta con el Presidente» que es sobre la política como el arte de gobernar, así como también relató que se encuentra recorriendo Chile con charlas de la «derecha social», que a juicio del senador «la lleva».
Últimamente se le ha visto bien activo con el IVA a los medicamentos. ¿Cómo ha avanzado ese proyecto?
«Hemos hecho una campaña, tenemos más de 20 entre diputados y senadores, porque creo que a esta modernización tributaria le falta una carga social y perfectamente pueden ser los medicamentos, como hay pocos datos, porque esa es la verdad, pero sí tenemos varias alternativas para suplir esa diferencia ya sea poniendo el impuesto a los alcoholes por los gramos, como en algunos países modernos, estudiar el diesel, pero en el fondo lo que sí es claro es que todos los estudios dicen que los medicamentos en Chile valen muchísimo más que afuera y esto ayudaría, no es la única razón».
¿Cómo fue la experiencia de precandidato presidencial?
«Muy entretenida pero dura, porque fue una batalla era David Y Goliat, pero Goliat ganó, entretenida porque uno aprende mucho y conoce, a mí al principio me decían que era populista, que era traidor y hoy hablan todos los mismos temas que yo decía, cuando decía que habían dos Chiles, uno que lo pasaba mal, llegó un informe de las naciones unidas, se murieron 26 mil personas en listas de espera, sí había un Chile que lo pasaba mal, que nadie mostraba, eso es un poco lo que planteo, que creyendo en un sistema económico, tiene que tener los controles para evitar los abusos y que el tema se reparta bien».
¿Cómo es su relación el Presidente?
«Hicimos un pacto, le entregué un par de banderas que creía que era súper importantes, como la gratuidad para la educación técnico profesional, que no estaba en su programa, la demolición de los blocks de las casas Copeva en todo Chile, para darle una segunda oportunidad a la gente, hablamos de la elección de los intendentes, del Metro de la Región Metropolitana a la periferia, a los lugares pobres como La Pintana y la Ley de Pesca, después agarró otros temas como la migración, los fármacos. Fui a hablar con el ministro Blumel (Secretaría General de la Presidencia) porque encontraba inaceptable que se legislara para regular las traga monedas, que había que prohibirlas porque son una lacra en las poblaciones, lo viví como alcalde de Puente Alto y me escucharon y hoy sale el gobierno diciendo que se prohíben».
Ahora los políticos tienen otro contacto con la gente a través de las redes sociales, para bien o para mal. ¿Cómo es este político 2.0?
«Personas como yo, que no tienen ningún imperio económico ni nada detrás, sino que somos un equipo pequeño con mucha fuerza, las redes sociales son una tremenda oportunidad, claro que son un riesgo, sobre todo Twitter que es una plataforma para opinar y también para que algunos cobardes se escondan, no es fácil cuando te insultan y te acusan injustamente de cosas que no has hecho, pero uno tiene que aprender, hay que tener un cuero duro. Para mí las redes sociales me han servido para transmitir muchas cosas y también para recibir, para que la gente conozca lo que uno está haciendo y otras realidades, como cuando partió esto de La Haya, por redes sociales demostré que Evo Morales que lo único que hacía era insultarnos en todas partes y que Chile sí cumplía el tratado de 1904, no era como se decía afuera y 2 millones 700 mil personas vieron eso».
¿Cómo cree que nos va a ir en La Haya?
«Es difícil saberlo, lo que tengo claro, por la reunión que tuvimos con el presidente el día en que se iba a Estados Unidos, diría que el 99% del mundo político está por no ceder ni un centímetro, la soberanía no se va a tocar, no está en juego. Si nos tenemos que sentar a conversar, lo podemos hacer todas las veces que quieran, es lo que llevamos haciendo mucho años, pero soberanía no vamos a entregar y en eso estamos todos de acuerdo».
¿Cuál es su visión de la oposición, sabemos que la Nueva Mayoría no existe y se están reagrupando?
«Veo en el Parlamento una oposición súper obstructiva, destructiva, que está desarticulada porque no tiene principios muy afines, son muy distintos, pero se unen en contra del gobierno por eso que creo que el gobierno tiene que ser sumamente inteligente porque cuando aparece un ministro atacando por atacar, lo que está haciendo es unirlos por una causa y aquí lo que nosotros tenemos que lograr es que las personas que están en la oposición se sumen a las cosas buenas, que te critiquen las consideren malas, veo una situación obstructiva que se unen para parar todo y cuando se anuncia un proyecto de ley ya lo están rechazando antes de, pero en este minuto estoy escuchando voces de personas que son mucho más razonables porque se están dando cuenta que la gente los va a castigar».
¿Y el factor del Frente Amplio?
«Es un grupo de personas que tienen un muy buen diagnóstico, porque recogieron todas las frustraciones que tenemos los chilenos pero no han sido capaces de dar solución, tuvieron un verano fuerte en poder mostrar lo malo que hay que en Chile pero no tienen ninguna propuesta que lo solucionen. Tiene una mecánica rara porque se dicen progresistas, pero están metidos en las ideologías del pasado».
¿Su visión del gobierno?
«Creo que lo está haciendo bien, está el rodaje todavía, lleva poco tiempo, tenemos un presidente mucho más estadista, escucha más y está menos expuesto, que está pasando por un momento difícil porque venimos de un gobierno muy malo, hasta los que querían a la presidenta Bachelet querían que se fuera, habían muchas expectativas, entonces el presidente tiene que como gobierno meterse fuerte en la economía, de tal forma que empiecen a haber más empleos, que los beneficios sociales lleguen más a la gente, no es fácil».
Pese a su diagnóstico, igual hay ciertos puntos que han sido criticados como el tema del empleo o del crecimiento…
«Los resultados tienen que mejorar y la gente esperaba más, es cierto, hay un crecimiento importante, pero tiene que llegar a los bolsillos de la gente y todavía no ha llegado, en eso tiene que trabajar el gobierno, no es rápido».