Un hombre en situación de calle, que pernoctaba en el galpón abandonado de calle 25 de Mayo con Avenida Costanera del barrio Baquedano, fue sindicado por la comunidad del sector como el principal sospechoso de iniciar el fuego que en la noche del martes consumió la estructura, además de un gran cantidad de neumáticos desechados y tres vehículos en desuso que estaban en el interior.
El sujeto en cuestión, que consume drogas y alcohol, habría realizado el atentado incendiario motivado por los celos hacia su pareja, que también está en situación de calle, y con la que, según los pobladores, siempre discute y tiene disputas en las calles del barrio.
Además, cabe mencionar que las dirigencias de distintas organizaciones vecinales de Baquedano, después de la ocurrencia del terremoto y tsunami del 16 de septiembre del 2015, de forma constante han dado cuenta a distintas autoridades regionales y al municipio, la necesidad de realizar cierres de inmuebles que fueron destruido por el fenómeno natural, para evitar que delincuentes los usen para esconderse y para cometer delitos, peticiones que también incluyen realizar operativos de limpieza más constantes a los microbasurales del sector.
Difícil labor bomberil que da cuenta de fuegos intencionales
Bomberos del cuerpo porteño tuvieron una ardua tarea en la jornada del martes, constatando que, extrañamente, momentos antes del siniestro del galpón, debieron sofocar una quemazón de desperdicios y pastizales en el humedal del Culebrón y en las cercanías del cruce La Cantera, lo que daría cuenta de que las llamas tuvieron un origen intencional.
Debido a la ocurrencia de esos dos casos previos, todo apuntaría a que el fuego al interior del galpón, que estaba abandonado desde el 16S, también pudo ser provocado por alguna persona, emergencia que obligó al despliegue de nueve compañías, que laboraron en la extinción por cerca de tres horas, debido a que consumió gran cantidad de material combustible, evitando una propagación a inmuebles contiguos.
El caso comenzó a ser indagado por las autoridades, que deberán establecer el origen del incendio y determinar la identidad del sospechoso de quemar el galpón.