Durante la formalización de cargos contra Paulo Muñoz, se describió las horas previas a la muerte de la joven estudiante de secretariado de 19 años, Gabriela Guerrero, que fue hallada muerta el domingo pasado en el sector de Cutún en Las Rojas. El individuo confesó el homicidio, pero su defensa rechazó el cargo por violación señalando que aún no hay pruebas científicas que demuestren su participación.
Un plazo de 90 días de investigación y prisión preventiva fue lo que el magistrado de la Segunda Sala de audiencias del Tribunal Oral de La Serena, Carlos Jorquera, determinó luego de escuchar los argumentos de la fiscalía y de la defensa del imputado confeso, Paulo Fernando Muñoz González (29), del asesinato y violación de la joven estudiante Gabriela Guerrero, que habría cometido el mismo día de su cumpleaños, el domingo 28 de abril pasado.
En el proceso de argumentación de la fiscal Carolina Caballero salieron a la luz los escabrosos hechos que llevaron a la trágica muerte de la joven. Según Caballero, el imputado luego de haber adquirido y consumido drogas durante la noche del día sábado y madrugada del domingo se encontró con Gabriela Guerrero en las cercanías de La Recova, en donde la víctima abordó el vehículo del hombre y se trasladaron al sector de Altovalsol.
La joven, que según la versión de la defensa del imputado, se encontraba bajo los efectos del alcohol luego de haber asistido a una fiesta en la casa de su ex pareja en el Valle del Elqui, fue agredida sexualmente por Muñoz quien durante el forcejeo estranguló y dio muerte a la mujer, procediendo a arrojar su cuerpo posteriormente en el sector de Cutún, cerca de la Quebrada El Peral en La Serena camino al Valle del Elqui.
Si bien el Tribunal decretó una medida de prisión preventiva por considerar a Muñoz un peligro para la sociedad, la abogada defensora Tatiana Barrientos manifestó que su cliente está confeso del asesinato y aún no se ha podido comprobar científicamente si fue el imputado quien habría violado a la joven. En este sentido la fiscal argumentó que «eso es lo que él señala, hay indicios que hubo relaciones sexuales, pero hay antecedentes y lesiones en otras partes de su cuerpo como en el rostro del imputado».
cada asesino tiene un maldito abogado del diablo que defiende lo indefendible, nadie tiene derecho a quitar la vida a un ser humano y peor aún dejar a una bebita sin su madre, Gabriela ya está muerta y este maldito seguirá vivo y en algunos años andará nuevamente libre por las calles buscando otra Gabriela para asesinar y satisfacer sus bajos instintos.